El escándalo de las escuchas telefónicas ha alcanzado de lleno al primer ministro David Cameron. Su antiguo director de comunicaciones, Andy Coulson, ha sido declarado culpable de conspiración por interceptar comunicaciones telefónicas, cuando dirigía el dominical News of the World. La que fuera mano derecha de Rupert Murdoch en el Reino Unido, Rebekah Brooks, antigua directora ejecutiva de News International, ha sido en cambio declarada inocente de los cuatro cargos que pesaban sobre ella.

Coulson está aún pendiente de conocer el veredicto de otras dos acusaciones y es más que probable que termine en la cárcel. Su condena ha obligado a Cameron a pedir públicamente disculpas por haberle contratado poco después de que el periodista dejara en el 2007 la dirección de News of the World, al descubrirse los primeros pinchazos telefónicos. Finalmente Coulson abandonó Downing Street, cuando el escándalo crecía imparable, pero insistiendo siempre en su desconocimiento de los pinchazos, sufridos por centenares de celebridades, miembros de la realeza, políticos y víctimas de delitos horrendos.

"Asumo la responsabilidad"

“Asumo la plena responsabilidad por haber empleado a Andy Coulson”, ha declarado el primer ministro tras conocer el veredicto. “Lamento muchísimo haberle contratado. Fue una decisión errónea y lo digo claramente”. El jefe de la oposición, el laborista Ed Miliband, ha acusado a Cameron de haber llevado a “un criminal a Downing Street”. La condena de Coulson pone en duda el buen juicio de Cameron. Colegas amigos, asesores, le aconsejaron no contratar a Coulson, dándole un puesto de trabajo en el corazón de la maquinaria del gobierno, con acceso a información secreta y confidencial.

El juicio por el escándalo de las escuchas ha puesto en evidencia, la ilegalidad de ciertas prácticas periodísticas y las estrechas conexiones de algunos grupos de comunicación con la clase política. Durante ocho meses, el jurado ha escuchado los detalles de pinchazos telefónicos realizados a lo largo de quince años por el dominical de Murdoch, que hubo de cerrar a causa del escándalo hace tres años. Brokks, amiga personal de Cameron, pero también del ex primer ministro laborista Tony Blair, fue exonerada de la acusación de interferencia de comunicaciones, pagos ilegales a funcionarios públicos e intento de ocultar pruebas a la policía. También quedó exonerado su marido, Charlie Brooks, su asistente personal, un exjefe de seguridad del diario y uno de sus editores.