Argentina tiembla en medio del Mundial de fútbol y no es por un balón. A las negociaciones con los fondos especulativos que pueden llevar al país a la suspensión de pagos de la deuda externa, el Gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se encontró en la noche del viernes con una noticia impactante aunque, en cierto sentido, previsible. Amado Boudou ha entrado en la historia como el primer vicepresidente de este país procesado en ejercicio de sus funciones. El juez Ariel Lijo lo involucró en una causa que ha marcado al segundo mandato de CFK: la oscura compra de Ciccone calcográfica, la imprenta donde se imprimen el papel moneda en este país.

De acuerdo con el magistrado, Boudou, quien se encuentra en La Habana, aceptó como soborno el 70% de las acciones de la imprenta Ciccone y se interesó en los trámites para levantar su quiebra. Los delitos que le imputan son cohecho pasivo (recepción de coimas) y negociaciones incompatibles con cargo. Tienen una pena de seis años de cárcel como máximo. Por sus fueros, el vicepresidente está exento de ser arrestado.

En un escrito de 333 hojas, Lijo considero que Boudou actuó con su socio y amigo José María Núñez Carmona , y se valió del contador Alejandro Vandenbroele como su testaferro. Ambos quedaron también procesados, lo mismo que Nicolás Ciccone, que era el dueño de la imprenta, y su yerno Guillermo Reinwick. Un ex asesor del fisco, Rafael Resnick Brenner, quedó a su vez bajo proceso por facilitar el plan de pagos para levantar la quiebra de la empresa.

Lijo, a estas alturas un héroe de la oposición política, trabajó a velocidad inusitada para emitir su dictamen. Este se conoció al filo de la medianoche. En los hechos, rechazó el pedido del vicepresidente de ampliar el testimonio dado el pasado 8 de junio antes de su anuncio. Boudou volverá a verse con Lijo el 16 de julio. Para procesarlo, el juez tuvo en cuenta como una de las pruebas clave la evolución patrimonial de los acusados principales.

Giro en los 90

Boudou, que tuvo su origen político en la derecha liberal, a mediados de la década del 90, y que, con el kirchnerismo, hizo un giro completo de sus posiciones, ha asegurado ser el blanco de una campaña de linchamiento mediático que se origina en su participación en el proceso de estatización de los fondos de pensión. La medida, adoptada por el primer Gobierno de Fernández de Kirchner, en 2009, afectó a importantes empresas, entre ellas a Clarín, el principal grupo mediático, que desde 2012 encabezó las denuncias contra el funcionario.

El llamado escándalo Ciccone estalló en el inicio del segundo mandato de KFK. La firma ha sido primero intervenida por el Gobierno y luego expropiada por el Congreso. Todavía no se sabe quiénes son los verdaderos dueños detrás del misterioso fondo The Old Fund que adquirió en su momento la imprenta. El 'caso Ciccone' se convirtió para la presidenta en un problema de proporciones. "Lo que está en juego es si el poder está en el pueblo o en muy pocas manos", sostuvo Boudou en su cuenta de Twitter, el pasado 8 de junio. Su credibilidad no es grande.