El pulso entre el Gobierno de Grecia y la UE amenaza con enquistarse en posiciones irreconciliables. Alemania y Austria se mostraron este lunes inflexibles con Atenas, al considerar que no ha cambiado en absoluto su postura negociadora, mientras que Francia y otros socios, así como la Comisión Europea (CE) abogan ante el Eurogrupo por una extensión del programa de rescate de entre dos y seis meses. Los sindicatos europeos también terciaron este lunes por conseguir un "compromiso" que permita una solución a la insoportable situación del país heleno.

PALABRAS DURAS

A su llegada a la reunión de los ministros de Finanzas de los 19 países que comparten el euro, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, tuvo las palabras más duras contra el Ejecutivo de Atenas: "Lo siento por los griegos. Han elegido un gobierno que de momento se comporta de manera bastante irresponsable", dijo el ministro alemán.

RÉPLICA GRIEGA

El portavoz del Gobierno griego, Gavriil Sakelaridis, ha sido el encargado de responder a Schäuble: "Qué es irresponsable y qué es responsable es subjetivo", ha dicho Sakelaridis en declaraciones a la radio local Parapolitika, antes de añadir que él también podría responder que quien se comporta de manera "irresponsable" es Alemania.

Lo cierto es que el Gobierno griego está en conversación permanente con los socios y los líderes europeos con el convencimiento de que la situación no se puede resolver en un plano tecnócrata, sino que se debe resolver a un nivel político. Sin embargo, el tira y afloja que persigue una renegociación de las condiciones de devolución de la deuda parecen hoy por hoy complejas.

CONVERSACIONES SECRETAS

La Comisión Europea (CE) confirmó este lunes las conversaciones mantenidas el domingo por el presidente de la CE, Jean Claude Juncker, y el primer ministro griego, Alexis Tsipras, pero guardó silencio "porque ambas partes acordaron respetar que el contenido no se filtre a la prensa", explicó el portavoz del Ejecutivo comunitario, Margaritis Schinas.

CONDICIONANTES

El ministro austríaco de Finanzas, Hans-Jörg Schelling, explicó que para llegar a un acuerdo con Atenas hay que tener en cuenta dos fechas clave, de las que una es la disolución del Parlamento finlandés por las elecciones en abril próximo. "Si no hay una respuesta hasta entonces tengo entendido que el Parlamento solo puede volver a tomar decisiones en mayo y eso es demasiado tarde", advirtió. Recordó que el 24 de febrero Grecia debe devolver un tramo del rescate, lo que evidencia la urgencia de llegar a una decisión. Para Schelling, hay tres condiciones para Grecia por parte de la eurozona, que empiezan por "no poder hablar de un nuevo programa sin que el actual haya finalizado". Por otro lado, sobre la reducción del superávit primario (sin el pago de intereses) comentó: "no es una cuestión de si lo queremos o no, sino si se garantiza aún la sostenibilidad de la deuda".

POSICIÓN FRANCESA

Para el ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, una extensión del programa actual en unas condiciones que sean respetuosas con el nuevo Gobierno griego sería "la buena solución, la que permite a la vez tener seguridad y el tiempo de discutir un nuevo programa". Respecto de si será posible llegar a un acuerdo en la reunión del Eurogrupo, el titular francés dijo que así lo "espera".