Alix Tichelman, la prostituta de lujo acusada de matar a un directivo de Google, ha sido condenada a seis años de cárcel por un delito de homicidio involuntario. Tichelman ha aceptado la oferta de la fiscalía y se ha declarado culpable para lograr una rebaja en la pena de prisión. En un inicio se le imputaban los delitos de homicidio, de destruir pruebas, de administrar sustancias ilegales y de prostitución. Por todo ello le habrían caído 15 años de cárcel.

Según el fiscal, Tichelman, de 27 años, inyectó una dosis letal de heroína a Forrest Hayes, de 51, mientras estaban en el yate de este en noviembre del 2013. Aunque ella negó los hechos, un vídeo de la cámara de seguridad del barco mostró como la 'escort' no hacía ningún esfuerzo por ayudar al directivo del laboratorio de investigación Google X, casado y padre de cinco hijos. En lugar de ello, corrió las cortinas, pisó a Hayes accidentalmente, se tomó una copa de vino y se fue sin llamar a los servicios de emergencia. Hayes fue encontrado sin vida al día siguiente y ella, detenida al cabo de ocho meses.

INVESTIGADA POR OTRA MUERTE

En su declaración, la joven, de buena familia y con doble nacionalidad estadounidense y canadiense, aseguró que no tenía intención de hacer daño a Hayes y que ambos acordaron tomar cocaína en su encuentro sexual. "Fue un accidente, entró en pánico. Lo siente mucho", ha asegurado uno de los abogados de la prostituta tras conocerse la sentencia. Tichelman, ha dicho el abogado, se siente aliviada de que todo haya acabado.

Quizás el alivio no le dure mucho porque la policía de su Georgia natal la está investigando por la muerte de un exnovio que murió en circunstancias similares a las de Hayes, también en el 2013. En aquella ocasión, Tichelman sí llamó a la policía para avisar de que Dean Riopelle, de 53 años, sufría una sobredosis y había perdido el sentido. El hombre murió de una sobredosis de heroína y alcohol, según recoge la CBS.