El Gobierno húngaro no quiere dejar ningún resquicio para el paso de los refugiados. Según ha anunciado el ministro de Exteriores, Peter Szijjarto, las autoridades húngaras van a colocar también una alambrada a lo largo de la frontera de Hungría con Rumanía, para el caso de que, ante el cierre de la línea fronteriza con Serbia, los refugiados se desviaran por ese otro país.

Hasta el momento, Hungría ha levantado una alambrada de 175 kilómetros para frenar a los refugiados. "Hemos tomado la decisión de iniciar los trabajos preparatorios para la construcción de una valla a lo largo de la frontera entre Serbia, Rumanía y Hungrí, por la posibilidad de que la presión migratoria se desplace hacian Rumanía", ha dicho el ministro.

Esta afirmación se produce el día en que las autoridades húngaras han comenzado a aplicar la nueva legislación sobre la inmigración irregular en virtud de la cual detienen a aquellas personas que cruzan ilegalmente la frontera.