Miles de brasileños han salido a la calle este miércoles para manifestarse después de que la presidenta del país, Dilma Rousseff, nombrara a su predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva, ministro de la Presidencia y tras la publicación de una grabación en el que la presidenta le decía al investigado "que tenía listo el documento de su designación como ministro para usarlo en caso de necesidad".

En la capital, Brasilia, la policía trató de dispersar a más de 5.000 manifestantes utilizando gas pimienta para alejarles del palacio presidencial y el congreso en donde levantaron pancartas y ondearon banderas pidiendo la dimisión de Lula. En Sao Paulo, miles de manifestantes llenaron la avenida principal que el pasado jueves acogió a un millón de personas que pedían la dimisión de Rousseff."Estoy aquí por mis hijos, por su futuro y por el de mis nietos y bisnietos", aseguró una de las manifestantes envuelta en una bandera brasileña en los alrededores de los edificios presidenciales. "Dilma tiene que irse. Ella y Lula. Ya hemos tenido suficiente", añadió.

CASO PETROBRAS

Brasil está viviendo la peor crisis de su economía en toda una generación, y el enfado popular contra Rousseff no deja de ganar fuerza después de que se haya articulado una investigación que implica a varios miembros del Gobierno brasileño por problemas de corrupción relacionados con la compañía petrolera estatal Petrobras. "Brasil no puede seguir con ellos", aseguró uno de los abogados que interrumpió una de las sesiones plenarias con gritos pidiendo la dimisión de Rousseff. "Están usando su poder para mantener su posición a todo coste", añadió.

El nombramiento de Lula como jefe de ministros este miércoles fue duramente criticado por la oposición que trató de bloquear la iniciativa en un intento desesperado de conseguir que el jueves pudieran iniciarse los procedimientos judiciales contra Lula,que fue acusado la semana pasada con fraude y blanqueo de capitales. Lula, el líder que sacó a más de 40 millones de brasileños de la pobreza durante su mandato de 2003 a 2010, fue uno de los políticos más influyentes de la política contemporánea.

NOMBRAMIENTO EXPRESS

La apresurada publicación del nombramiento de Lula como jefe de ministros en una edición especial del Boletín Oficial del Estado este miércoles por el Gobierno de Rousseff garantizó la inmunidad de Lula ante todos los tribunales excepto del Tribunal Supremo, cosa que ha supuesto un retraso en cualquier intento de procesar al expresidente. El juez federal que supervisa la admisión de pruebas para la investigación dijo en una comparecencia ante la corte que existían conversaciones telefónicas en las que Lula y Rousseff hablaban de como influir a los fiscales y los tribunales a favor del expresidente.

Tras negar la existencia de dichas conversaciones y asegurar que no había pruebas de que nunca se hubieran llegado a llevar a cabo, el tribunal hizo pública una grabación que mostraba a Rousseff ofreciendo enviar a Lula una copia de su nombramiento "por si era necesario".