El embajador turco en España, Ömer Önhon, cree que el acuerdo UE-Turquía sobre refugiados era más que necesario en las circunstancias actuales, a la par que tila de "contradictorio y rídiculo" que se cuestione la capacidad de Ankara de garantizar los derechos de los refugiados.

-¿Está satisfecho con el acuerdo alcanzado con la UE para controlar el flujo de refugiados hacia Europa?

-Ni Turquía ni ningún otro país pueden afrontar solos esta cuestión. Debemos cooperar si queremos ser efectivos. El objetivo es evitar muertes en el Egeo, detener el flujo irregular de inmigrantes y destruir el modelo de negocio de los traficantes. Con esto en mente, creo que logramos un buen acuerdo. Si será productivo o no, eso dependerá de su implementación.

-La ONU y oenegés de derechos humanos lo consideran ilegal e inmoral.

-La agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) mostró algunas reservas por la posibilidad de que hubiera deportaciones colectivas y porque no se atendiera individualmente todas las solicitudes de asilo. Por lo que sé, tras el correspondiente asesoramiento legal, estas reservas quedaron resueltas en el acuerdo final, que cumple la legislación internacional.

-¿Cómo va a garantizar Turquía los derechos de los refugiados expulsados de Grecia?

-Me parece un poco extraña esta pregunta, porque da la impresión de que la crisis ha emergido hace dos o tres meses y que todo el mundo está preocupado por cómo Turquía la afrontará. El problema empezó hace cinco años y hemos estado cuidando a los sirios que huyen de la guerra durante todo esto tiempo. Turquía acoge más de 2,7 millones de sirios, y decenas de mandatarios internacionales han alabado su espléndido trabajo de acogida. Ahora, de pronto, hay gente que se pregunta si Turquía los tratará bien. Me parece contradictorio y realmente ridículo.

-¿Es un país seguro para los refugiados?

-Lo ha sido durante los últimos cinco años. ¿Cómo se puede cuestionar ahora? Nunca les hemos preguntado su religión ni su origen étnico, los hemos aceptado a todos: musulmanes, cristianos, kurdos, turcomanos, árabes… En Europa, en cambio, muchos países se han negado, alegando falta de capacidad, o bien han dicho: ‘De acuerdo, aceptamos 200, pero tienen que ser cristianos…’. En Turquía nunca ha habido ataques contra refugiados; en Europa hemos visto marchas en su contra, alojamientos incendiados, autobuses atacados… Entonces, ¿cuál es el país seguro? ¿Nosotros o ellos?

-¿Van a cambiar su legislación para extender la protección a todas las nacionalidades?

-Turquía firmó la Convención de Ginebra pero estableció una reserva geográfica por la que solo acepta refugiados occidentales. A los refugiados del este no les llamamos así, sino personas en necesidad de protección temporal. En la práctica, dicha limitación no se aplica. Con 2,7 millones de sirios y más de 200.000 afganos, Turquía es el país receptor con más refugiados del mundo. En los últimos años hemos destinado a su atención 10.000 millones de dólares, solo en los campos, y a cambio solo hemos recibido 450 millones de la comunidad internacional.

-El acuerdo con la UE no cita en ningún punto la necesidad de protección especial para la infancia. ¿Turquía lo contemplará?

-Creo que en alguna parte se cita la unidad familiar como un aspecto de la mayor importancia a la hora de considerar todos los casos. Estoy seguro de que nadie va a separar a un niño de su madre o de su familia, es una cuestión humanitaria. No conozco los detalles técnicos del pacto, pero estamos ante una tragedia humana, y vamos a afrontarla de la manera más humana posible.