Las fuerzas de seguridad turcas han matado a más de 5.000 militantes pertenecientes al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) desde la ruptura del alto el fuego con el Estado turco el pasado julio.

La cifra constata una presión mayor sobre una organización que reivindica a través de la lucha armada que la región delKurdistán sea autónoma.

El presidente turco, Tayyip Erdogan, encargado de hacer públicos los datos, ha cifrado en 355 el número de miembros de lasfuerzas de seguridad que han perdido la vida en el mismo periodo.

Desde julio, la zona del sudeste de Turquía se ha visto sumida en la violencia por los enfrentamientos entre el Ejército turco y la rama más joven del PKK, con una importante implantación en las grandes ciudades.

El partido de la oposición turca Partido Democrático del Pueblo, que aglutina la mayoría del voto kurdo, ha denunciado que 500 civiles han sido asesinados en las operaciones militares comenzadas en diciembre. Este dato no ha sido, pero, confirmado por ninguna fuente oficial.