El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, no tiene ninguna simpatía por el Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP) que lidera el eurófobo Nigel Farage y en el pleno extraordinario que celebra la Eurocámara en estos momentos para valorar por primera vez el resultado del referéndum del 23 de junio lo acaba de demostrar de nuevo. “Es la última vez que aplauden aquí. Me sorprende que estén. Los británicos votaron por irse. ¿Qué hacen aquí?”, ha advertido al inicio de una intervención en la que ha urgido al gobierno británico a aclararse cuánto antes.

Juncker tiene previsto encontrarse con el conservador británico antes del Consejo Europeo que arranca esta tarde en Bruselas y lo primero que hará es pedirle “que aclare la situación lo antes posible porque no queremos un periodo largo de incertidumbre… No digo hoy o mañana por la mañana a las 9 pero sí rápidamente porque no queremos un largo periodo de incertidumbre. El referéndum nos ha cortado parte de nuestras alas pero seguimos volando. No vamos a quedarnos en tierra”, aseguraba en una intervención en francés y alemán.

Como han repetido por activa y por activa prácticamente todos los dirigentes europeos, Juncker también ha recordado que hasta que no haya notificación -y activación del artículo 50 el Tratado- no habrá negociación y ha aclarado que ha dado consignas claras en la casa que dirige para que no haya conversaciones hasta que Londres no de el paso. “Les he pedido a los comisarios que no voy a aceptar ninguna conversación secreta y es un decreto presidencial”, ha zanjado recalcando que ni está cansado ni enfermo como dicen los medios alemanes. “Hasta la muerte seguiré luchando por una Europa unida”, ha dicho entre aplausos de una Eurocámara que se pronunciará este mediodía sobre su postura ante el Brexit.

RESOLUCIÓN DE LA EUROCÁMARA

El Parlamento Europeo no quiere esperar hasta otoño para queLondres active el artículo 50 del Tratado y ponga en marcha el proceso de divorcio tras la victoria del 'brexit' en el referéndum del pasado 23 de junio. Quiere que el primer ministro británico, David Cameron, actúe con urgencia y curse “inmediatamente” la notificación en el Consejo Europeo que arranca este martes en Bruselas.

“Con el fin de evitar una inseguridad perjudicial para todos y proteger la integridad de la Unión, la notificación estipulada en el artículo 50 del Tratado debe producirse de inmediato”, urge el borrador de la resolución pactada por los principales grupos políticos de la Cámara,PPE, PSE, Liberales y Verdes y que vota este martes el pleno en una sesión extraordinaria convocada para evaluar la victoria del 'brexit'. El texto pide a Cameron que notifique el resultado del referéndum en la cumbre de esta semana y advierte de que “esa notificación pondrá en marcha el procedimiento de retirada”.

Los eurodiputados reconocen en el texto el deseo de los ciudadanos británicos de salir de la Unión, manifiestan que su postura debe ser respetada plenamente, empezando “por la activación inmediata” del proceso de salida que “debe ser aplicado con rapidez y coherencia”, y recuerdan que hasta que no haya pacto sobre las condiciones del divorcio “no podrá convenirse una nueva relación entre Reino Unido y la UE”.

RESTITUCIÓN DEL COMISARIO BRITÁNICO

La Eurocámara aprovecha este primer pronunciamiento sobre el'brexit' para reiterar su papel e implicación en el proceso, para pedir al Ejecutivo comunitario que reasigne “con efecto inmediato” la cartera del comisario de Reino Unido -tras la dimisión del responsable de mercados financieros Jonathan Hill la semana pasada- y para urgir al Consejo -donde están representados los 28 gobiernos de la UE- a modificar el orden de las presidencia semestrales de la UE “para impedir que el proceso de retirada ponga en peligro la gestión de los asuntos corrientes de la Unión”. Se da la circunstancia de que Reino Unido debe asumir esta presidencia semestral en la segunda mitad de 2017 y la UE ya ha pedido al Gobierno británico que aclare pronto sus planes.

Europa se encuentra en un momento crítico, admite la resolución, y es necesario volver a centrar el debate en los intereses y expectativas de los ciudadanos europeos. De ahí la necesidad de “una reflexión sobre el futuro de la Unión” y de “reformar la Unión para que sea más democrática”. Lo que necesita Europa, prosiguen, es “reforzar el núcleo de la Unión y evitar soluciones a la carta” aunque admiten que algunos Estados miembros puedan optar por “una integración más lenta o menos profunda”.

En el texto, también se pide “una hoja de ruta” para mejorar la unión, aprovechar al máximo el Tratado de Lisboa, y una revisión de los tratados a la que la Eurocámara contribuirá con informes sobre la capacidad presupuestaria de la eurozona y ajustes en la actual configuración institucional de la Unión Europea.