Alemania teme un aumento de los atentados terroristas en Europa. Así lo confirmó ayer, apenas unas horas antes del atentado de Estambul, el ministro de Interior alemán, Thomas de Maizière. “Creemos que el autodenominado Estado Islámico responderá a su pérdida de fuerza en Siria e Irak con más incursiones en el continente”, señaló el ministro democristiano.

La primera potencia económica de Europa ha estado en máxima alerta sobre posibles ataques de largo impacto desde que se produjeron los sangrientos atentados yihadistas en París del pasado noviembre y en Bruselas en marzo. El jefe de la agencia nacional de inteligencia Hans-Georg Maassen ha remarcado que están preparados incluso para ataques con armamento militar.

Las palabras del ministro llegaron en una conferencia que irónicamente se produjo pocas horas antes del ataque suicida en elaeropuerto de Estambul que ha dejado 41 muertos y hasta 150 heridos. “El terrorismo nos ha vuelto a mostrar su cara más cobarde atacando a gente inocente. Continuaremos nuestra batalla contra el terrorismo con todas nuestras fuerzas”, ha reiterado esta mañana.

ATENTADOS EVITADOS

De Maizière y Maasen también han señalado que los servicios de inteligencia y los cuerpos de seguridad alemanes han estado trabajando en simulacros de ataques a grande escala y que ya se han evitado varios atentados. A principios de este mes tres hombres de nacionalidad siria fueron detenidos y acusados de planear un ataque en Düsseldorf, al oeste del país.

La agencia de inteligencia ha destacado su preocupada vigilancia sobre los denominados ‘lobos solitarios’, aquellos individuos que se radicalizan anónimamente, lo que hace más difícil localizarlos. Entre ellos, Alemania sigue de cerca a terroristas que se habrían hecho pasar por refugiados musulmanes para poder entrar en el país. Hasta la fecha las autoridades han arrestado a 17 individuos que se habían infiltrado entre el más de millón de personas que ha llegado a Alemania en el último año. “Debemos centrarnos especialmente en estos inflitrados”, apuntó Maasen.

TERRORISTAS INFILTRADOS

Las autoridades alemanas han remarcado que a pesar de que el número de voluntarios yihadistas que huyen de Alemania para unirse al autoproclamado califato del Daesh ha caído las cifras siguen siendo preocupantes. Así, la inteligencia alemana ha detectado hasta 820 casos, de los que aproximadamente un tercio han vuelto a Alemania. El número de simpatizantes salafistas también ha aumentado de 7.000 a finales del 2015 a actualmente más de 8.900.

Más allá de los atentados en París y Bruselas, Alemania también ha extremado la precaución como consecuencia del giro hacia un papel más activo en su política exterior que lo ha llevado a ser una posible diana del radicalismo del Daesh. Tras los ataques que golpearon severamente a Europa, la ministra de Defensa Ursula von der Leyden aseguró que por primera vez desde el final de la Guerra Fría Alemania ampliaría su ejército y su presencia en países puntos calientes del planeta como Siria, Irak, Libia o Malí.