«Se ha azuzado la histeria en Estados Unidos acerca de la influencia de Rusia en las elecciones presidenciales de aquel país». Con estas palabras, pronunciadas ante una pléyade de expertos en política exterior congregados en el balneario de montaña de Krásnaya Polyana, no lejos de Sochi, la ciudad que fuera sede de los Juegos Olímpicos de Invierno del 2014, el presidente ruso, Vladímir Putin, arremetió con vigor contra las insistentes informaciones que responsabilizan a piratas informáticos gestionados por los servicios secretos rusos de los recientes ataques informáticos a los ordenadores del Partído Demócrata y de varias empresas estadounidenses.

«Es mucho más fácil distraer a los votantes con los así llamados hackers rusos, espías y agentes de influencia. ¿Hay alguien que pueda pensar que Rusia puede influir en la elección del pueblo norteamericano de alguna forma? ¿Acaso es América una república bananera? América es un gran poder», continuó el líder del Kremlin, empleando durante su discurso el mismo vocabulario halagador que ha utilizado en el pasado al referirse a Donald Trump y que tanto ha contribuido a crear la conexión personal entre ambos.

El Partido Demócrata, así como agencias de inteligencia estadounidenses, han concluido que Rusia se encuentra detrás de estos ataques precisamente con objetivo de favorecer la candidatura a la presidencia de Trump, partidario de limitar el compromiso de defensa de EEUU con los estados miembros de la OTAN en Europa Oriental y de combatir conjuntamente el terrorismo con el aliado del Kremlin en Oriente Proximo, Bashar el Asad, sobre quien pesan graves acusaciones de crímenes de guerra. Las cadenas progubernamentales rusas, bajo el firme control del Kremlin, no disimulan a estas alturas su preferencia por el magnate neoyorquino, que ha visitado Rusia en varias ocasiones y que ha mantenido vínculos empresariales con importantes hombres de negocios locales.

Aunque Moscú ya ha desmentido reiteradamente ser el origen del pirateo informático, las palabras de ayer de Putin constituyen la más directa alusión al asunto hasta la fecha. Además, se producen a una semana y media de los comicios. H