“Hoy somos todos polis”. Es el eslogan más repetido este martes por medio millón de personas, la mayoría jóvenes, que se han manifestado en varias capitales del sur de Italia durante la primera jornada nacional de la memoria y compromiso, en recuerdo de las víctimas de las mafias, que ya suman 943 civiles. Un colectivo de inmigrantes menores de edad, llegados a Italia desde Libia a bordo de pateras, también participó en las manifestaciones.

Se trata de una salida a la calle inédita y sorprendente en los territorios del sur, cuya economía, sociedades y política están sometidos por Cosa Nostra (Sicilia), la Camorra (Nápoles) yla ‘Ndrangheta (Calabria), y constituye la respuesta a unas pintadas de la mafia aparecidas durante la noche en las paredes de escuelas e iglesias: “Más trabajo y menos polis”. “Soy la viuda de un poli”, llevaba escrito una mujer que participaba en la manifestación. “Don Ciotti es un poli, sois todos polis”, rezaba otra pintada mafiosa, en referencia al cura Luigi Ciotti, fundador y animador de Libera, la asociación nacional más importante de la sociedad civil que lucha contra las mafias.

INICIATIVAS DE RESCATE

Libera no solo ofrece uno de los mejores archivos de la actividad mafiosa, sino que inspira también centenares de iniciativas que apuntan al rescate contra el crimen organizado, como la recuperación de los terrenos e inmuebles secuestrados a las mafias para reconvertirlos en campos y lugares, como albergues y residencias, que entran a formar parte de circuito de la economía legal. ”El primer antídoto contra la peste mafiosa es el trabajo, las escuelas, los servicios sociales”, ha dicho Don Ciotti a los 25.000 manifestantes de Locri, una cifra nunca vista. Durante el sermón del domingo, había pedido a los fieles: “Por favor, que cada uno llame a cinco personas para que hagan saber de qué parte están”.

“Mejor polis que mafiosos”, había contestado por la mañanaGiovanni Calabrese, el alcalde la ciudad, tras ordenar que las pintadas fuesen borradas. “Necesitamos trabajo, pero no el de los capos [mafiosos]”, añadió el obispo Francesco Oliva, en una tierra donde la Iglesia negó durante decenios la existencia misma de las mafias. El escritor Roberto Saviano se sumó a la reacción, tuiteando: “Más trabajo, menos polis, porque el trabajo es la estafa que usa la ‘Ndrangheta para crear consenso”.

TURISMO RESPONSABLE

En Calabria ya existen 12 cooperativas, dos asociaciones de voluntarios y 28 empresas agrícolas creadas en estructuras que eran de la mafia. Facturan 6,5 millones de euros anuales y en algunos casos, y gracias a los distintos climas entre el norte y el sur de la península, empresas del norte y las de Libera se alternan según las estaciones del año en la venta nacional de frutas.

Apuntando a un “turismo responsable”, Libera también ha levantado, no sin muchas dificultades, albergues con unas 50 camas: 10 días antes de inaugurar el de Locri la mafia robó la caldera de la estructura y averió el sistema de presurización, inundando los locales. En la zona tirrénica de Calabria, sucedió algo parecido. “Hemos vivido años terribles por culpa de esta gentuza y si hoy en Calabria no hay trabajo es porque nadie ha tenido el coraje de invertir en el territorio, nos han dejado solos por demasiado tiempo”, ha dicho el alcalde de Locri.