Uno de los principales argumentos del Gobierno del Kurdistán iraquí es que se merecen la independencia dada su implicación en la lucha contra el EI, que cada día está más acorralado y con menos territorio tanto en Siria como en Irak. Pero la comunidad internacional considera que un Kurdistán independiente desestabilizaría todavía más esta región ya de por sí históricamente poco estable, cosa que dificultaría la culminación de la guerra contra los yihadistas.

No. Aunque existen simpatías entre los ciudadanos kurdos de los distintos países, sus dirigentes están enfrentados. Las Unidades de Protección Popular (YPG), el ejército de los kurdos de Siria, aliados de Estados Unidos, son muy hostiles al Gobierno del Kurdistán iraquí, con el que se han enfrentado en varias ocasiones. Las YPG, además, cuentan entre sus filas con miembros de la guerrilla del PKK, partido que aboga abiertamente por una autonomía kurda en Turquía.

Solamente Israel, con el objetivo de desestabilizar a sus enemigos -Irán, Siria, Irak y Turquía-, apoya plenamente la independencia del Kurdistán iraquí. No obstante, Estados Unidos, que se mostró en contra del referéndum porque desviaba la atención de la lucha contra el Estado Islámico (EI), aseguró después de la votación del lunes que tiene la intención de seguir manteniendo sus buenas relaciones con el Gobierno regional, aunque no apoye explícitamente su independencia.

El referéndum se ha celebrado en zonas de Irak que no forman parte de la región del Kurdistán iraquí pero que están controladas por las tropas del ejército kurdo, los peshmerga. Las autoridades de Erbil se mostraron dispuestos a negociar por ellas, pero Bagdad se opone rotundamente, ya que las considera suyas. La ciudad más importante en este conflicto es Kirkuk, situada encima de una gran reserva de petróleo y en la que viven ciudadanos kurdos, árabes y turcomanos.

Según los planes del Gobierno regional del Kurdistán iraquí, ahora tendrían que empezar las negociaciones con Bagdad para declararla, como máximo, en un plazo de uno o dos años. Pero Bagdad y todos los países de la zona se oponen a su independencia, cosa que dificulta aún más el proceso y lo pone en duda. Sin embargo, el Kurdistán iraquí es una zona rica en petróleo, con muchas empresas rusas, turcas y estadounidenses con sede allí.