La canciller alemana, Angela Merkel, confía en que su próxima reunión con los socialdemócratas ayude a desbloquear la formación de gobierno, pese a las reticencias de estos a reeditar una gran coalición, aunque ya no lo descartan categóricamente.

Merkel, al intervenir el sábado en el congreso regional de su Unión Cristianodemócrata (CDU) en Mecklemburgo-Antepomerania, rechazó la idea de nuevos comicios y subrayó que «sería deseable que se pudiese llegar muy rápido a un gobierno», tras el fracaso de las negociaciones que mantuvo durante cinco semanas su bloque conservador con liberales y verdes.

La canciller reconoció que no sabe «cómo va a evolucionar la cuestión en los próximos días», pero consideró que ese es el camino hacia delante y no la formación de un gabinete en minoría (vía que ha rechazado) o celebración de otros comicios. «No espero absolutamente nada de no lograr iniciar algo con los resultados (electorales) y de pedirle a las personas que vuelvan a votar», afirmó la lideresa.

En ese sentido, su vista está puesta en el encuentro que ha conseguido organizar el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, para el jueves y que reunirá a la canciller con el presidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Martin Schulz.

Al paso de las declaradas intenciones de la canciller, el ministro alemán de Exteriores y expresidente del Partido Socialdemócrata (SPD), Sigmar Gabriel, subrayó ayer que esta fuerza política no da por hecho que vaya a acabar conformando una gran coalición en Berlín con los conservadores.

Gabriel dice que la celebración de nuevas elecciones no es una buena salida a la situación de incertidumbre generada por la decisión de los liberales de abandonar las conversaciones para formar una alianza de gobierno.