La hija del exespía ruso Serguéi Skripal, Yulia, envenenada junto a su padre por un agente nervioso el pasado día 4 en Salisbury, está "mejorando con rapidez y su condición ya no es crítica", sino "estable", ha confirmado este sábado una portavoz sanitaria. La condición del exagente doble, sin embargo, sigue siendo "crítica pero estable", ha agregado la misma fuente de la fundación del servicio público de Sanidad de la citada ciudad del sur de Inglaterra.

En un comunicado, la doctora Christine Blanshard, directora médica del Hospital Salisbury District Hospital, donde ambos se encuentran hospitalizados en la unidad de cuidados intensivos, ha indicado que Yulia "ha respondido bien al tratamiento, pero continúa recibiendo cuidados clínicos expertos las 24 horas del día". "También aprovecho esta oportunidad para agradecer al personal del hospital los cuidados de alta calidad ofrecidos a estos pacientes en las últimas semanas", ha dicho.

El último parte médico de los Skripal llega después de que la policía británica haya informado de que el exespía y su hija estuvieron expuestos por primera vez al agente nervioso de fabricación rusa en la puerta de entrada de su casa, donde se halló la mayor concentración del químico.

PESQUISA CERRADA

La policía ha indicado que la pesquisa está centrada en la casa de Skripal en Christie Millier Road (Salisbury), ya que se encontró la mayor concentración del agente nervioso Novichok, de tipo militar, en la manija de la puerta de entrada. No obstante, bajas concentraciones de esa toxina química también se hallaron en otros lugares de Salisbury, entre ellos en el restaurante italiano donde los Skripal almorzaron el día 4 y en su automóvil.

Unos 250 agentes de la unidad antiterrorista de Scotland Yard trabajan en la investigación y están dedicados, según los medios, a observar más de 5.000 horas de imágenes tomadas por las cámaras de seguridad que hay en la ciudad.

El Gobierno británico señaló que era altamente probable que Rusia fuera responsable del envenenamiento y, como represalia, decidió expulsar a 23 diplomáticos rusos. Las autoridades rusas han insistido en que el Reino Unido aún no ha presentado pruebas de que Rusia haya sido responsable y ha negado cualquier participación en el ataque.

Además del Reino Unido, otros países, entre ellos Estados Unidos, también decidieron expulsar a varios funcionarios rusos en represalia por el caso Skripal.