¿Se puede anular el gol y repetir la jugada? ¿Podría haber un segundo referéndum sobre el brexit? La idea ha ido cobrando fuerza ante la falta de soluciones del gobierno y el miedo al descarrilamiento final. Las urnas serían la única manera de intentar evitar daños mayores. Una nueva consulta, que May ha venido rechazando y a la que también se oponen la mayoría de los ‘brexiteers’. Pero, aunque improbable, esa opción no se puede descartar.

LO DEMOCRÁTICO

“Si consideras las alternativas actuales, son todas ellas imposibles”, comenta a un grupo de periodistas internacionales Matt Kelly, director del semanario The New European, nacido para luchar contra el brexit y en favor de una nueva consulta, que logrado una tirada inicial de 40.000 ejemplares. “El parlamento no va a votar por una salida de las negociaciones sin acuerdo”, argumenta, "Chequers está muerto, sin la menor duda. Debe haber un mecanismo constitucional para detener el proceso tal y como están las cosas. Creo que la gente deberá volver a las urnas, para que se le pregunte si quiere seguir adelante, sabiendo ahora que el brexit tendrá unas consecuencias negativas y aceptar que nunca va a funcionar". Kelly defiende que eso sería “lo democrático”, dadas las circunstancias, pero muchos de los que votarán por la salida de la Unión Europea verían esa opción como una traición a la democracia.

ADEPTOS EN WESTMINSTER

Quienes hacen campaña por reversar el brexit están repartidos en una decena de organizaciones, bajo el paraguas de People’s Vote, que el pasado mes de junio movilizó a un millón de personas en una manifestación en Londres. La petición de un nuevo voto ha ido ganando adeptos en Westminster y cuenta ahora con alguna importante figura del Partido Conservador, como la que fuera ministra del Interior, Amber Rudd. “Creo que el ‘no acuerdo’ es algo a lo que se va a oponer el Parlamento. People’s Vote podría ser el resultado a ese impasse. ¿Es eso preferible a un ‘no acuerdo’? Absolutamente”, declaraba Rudd en vísperas del inicio de la Conferencia.

Otra diputada Tory, Heidi Allen, también suscribió horas mas tarde públicamente la idea. Desde las páginas del diario The Times, el popular columnista y ex diputado conservador, Mathew Paris, afirmaba el sábado que un segundo referéndum, “puede convertirse en inevitable dentro de unos meses” y aconsejaba a May que, “no utilice la Conferencia para taponar la puede proporcionarle la única vía de escape”.

VOTO AJUSTADO

La segunda consulta tiene riesgos. Los sondeos por ejemplo siguen mostrando que las fuerzas entre defensores de seguir en la UE y partidarios del brexit están muy igualadas. Desde las elecciones generales del año pasado no ha habido grandes cambios. En la última suma de todos los sondeos, publicada la pasada semana por el National Centre for Social Reserch (natCen ), un 52% volvería a votar a favor de la permanencia (Remain) y un 48% de marcharse (Leave). “La conclusión es que el resultado de un segundo voto sería muy ajustado”, señala el profesor John Curtice, a cargo del análisis.

El segundo referéndum plantea también dilemas constitucionales. Vernon Bogdanor, profesor emérito de la Universidad de Oxford y uno de los más reputados constitucionalistas del país, defiende que el segundo referéndum sería la salida para desbloquear la situación en que se halla el brexit, tras la consulta del 2016 y la elección del 2017, que dejó al gobierno donde ninguna fuerza política tiene mayoría absoluta.

Frente a ese análisis se levantan las voces de los que alertan del peligro de acabar en un sistema de democracia directa y populista, por la tendencia de convocar tanto referéndum. Si el parlamento no puede desbloquear la solución debería ser convocar una elección general, argumentan, algo de lo que en estos momentos, el Partido Conservador huye como gato escaldado.