El presidente Jair Bolsonaro, afirmó que Brasil no sufrió una dictadura en el período entre 1964 y 1985 en el que el país vivió un régimen de gobiernos militares, y dio a entender que las violaciones a los derechos humanos en la época fueron "problemitas".

"¿Dónde se ha visto en el mundo que una dictadura le entregue el poder de forma pacífica a la oposición? Sólo en Brasil. Entonces, no hubo dictadura", aseguró el líder ultraderechista y capitán de la reserva del Ejército, un nostálgico del golpe militar de 1964, en una entrevista a la televisión Bandeirantes.

El jefe de Estado, al que la oposición acusa de querer revisar la historia, negó la dictadura pocos días después de haber autorizado a los cuarteles a realizar el próximo domingo las "conmemoraciones debidas" de los 55 años del golpe militar del 31 de marzo de 1964.

En la entrevista, Bolsonaro reconoció que el régimen militar cometió errores, en una aparente referencia a las violaciones de los derechos humanos en la época, pero negó que hubiese implantado una política de Estado dedicada a la represión.

CRITICA A LOS GOBIERNOS DE IZQUIERDA

"En las Fuerzas Armadas nunca tuvimos una política de Estado represiva de la forma que todo el tiempo intentan colocar en nuestra cuenta. No quiero decir que fue una maravilla. Ningún régimen lo es. ¿Qué matrimonio es una maravilla? De vez en cuando hay un problemita. Son raras las parejas que no tienen un problema", afirmó.

"Entre los problemitas que tuvimos, y que otros países tuvieron, basta mirar ¿a qué punto llegó Venezuela? ¿Cómo estaría Brasil si hubiesen llegado al poder esas personas que en el pasado intentaron hacerlo usando las armas y que hoy, en gran parte, están presas o procesadas por corrupción?", se preguntó en una referencia a partidos de izquierda que combatieron la dictadura y después gobernaron aliadas al Partido de los Trabajadores (2003-2016).

LOS CRÍMENES DE LA DICTADURA

Pese a que el proceso de democratización en Brasil fue realizado pacíficamente y los militares entregaron el poder en 1985 a un presidente elegido por el Congreso, como destacó Bolsonaro, el informe final de la Comisión Nacional de la Verdad concluyó que 423 personas murieron o desaparecieron por persecuciones políticas durante la dictadura.

La Comisión atribuyó los crímenes a una política de Estado, con directrices definidas por los cinco generales que se sucedieron en el poder, y no a hechos aislados de agentes de las agencias de represión al servicio del régimen. En el período que Bolsonaro niega que Brasil haya vivido una dictadura, el país no tuvo elecciones democráticas, el Congreso estuvo cerrado, la prensa fue censurada y se registraron cerca de 20.000 denuncias de torturas.