La creatividad de la Unión Europea (UE) no conoce límites. Los 28 gobiernos cerraron ayer un acuerdo político para prolongar seis meses más -hasta el 30 de septiembre- el mandato de la operación militar Sophia contra el tráfico de personas en el Mediterráneo, que expiraba el 31 de marzo, aunque la misión de vigilancia más importante de la UE seguirá operando sin barcos.

«No se ha encontrado una solución sobre el desembarco de los inmigrantes rescatados en el mar y los estados miembros han decidido prolongar el mandato seis meses, con una suspensión temporal de los medios navales mientras buscan una solución», explicó Maja Kocijancic, portavoz de la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, sobre la alternativa planteada por el servicio de acción exterior y aceptada por los Veintiocho.

Pese a esta salida, Bruselas reconoce que Sophia es una operación naval y que «está claro que sin medios marítimos no podrá aplicarse eficazmente el mandato», pero «hay una decisión política», insistió Kocijancic.

El acuerdo se cerró a través de un procedimiento de silencio, tras el pacto al que llegaron el martes de esta semana los embajadores del comité de Política y Seguridad de la UE (COPS), y deberá formalizarse en los próximos días. Una vez que la decisión sea firme, el comandante de la operación seguirá instrucciones y suspenderá temporalmente el despliegue de los buques adscritos a esta operación, que nació en julio del 2015 con el objetivo de luchar contra las redes de tráfico de personas, desarticular el modelo de negocio de las mafias y prevenir los flujos migratorios irregulares.

Italia lleva meses exigiendo un cambio en las reglas para impedir que los buques de la operación sigan desembarcado en sus puertos a los inmigrantes rescatados. En diciembre pasado, aceptó prolongarla tres meses, hasta finales de marzo, pero el lunes decidió plantarse y avisó que sin acuerdo para distribuir a los inmigrantes rescatados no daría vía libre. Los Veintiocho no han llegado a ninguna solución al respecto y no han tenido más remedio que buscar soluciones un tanto creativas.

La UE no desmantelará de momento la operación, pero sin un componente esencial como es el despliegue de buques frente a la costa Libia. Sí se mantendrán otros dos elementos: la vigilancia aérea y la formación de guardacostas libios.