El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy será juzgado por corrupción y tráfico de influencias en el llamado caso de las escuchas, tras el rechazo definitivo a los recursos presentados. Se convierte así en el primer exmandatario francés juzgado por corrupción desde la instauración en 1958 de la V República. El proceso está previsto que tenga lugar en los próximos meses.

La justicia pinchó el teléfono de Sarkozy ante las sospechas de que pudo recibir financiación del régimen libio de Muamar El Gadafi durante la campaña que en 2007 le llevó al Elíseo. En esas escuchas descubrieron conversaciones entre Sarkozy y su abogado de las que se deducía que trataban de obtener información de otro sumario que investigaba si Liliane Bettencourt, heredera del imperio cosmético L’Oréal, financió ilegalmente su campaña del 2012.

Sarkozy tiene pendiente además otro proceso por la presunta financiación irregular de su campaña a las presidenciales de 2012. Se trata del llamado caso Bygmalion, una supuesta trama de falsificación de facturas para ocultar gastos electorales y burlar así los límites legales para gastar 42,8 millones de euros frente a los 22,5 autorizados.