El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha cancelado las suscripciones de la Casa Blanca a los diarios The New York Times y The Washington Post, y ha instruido a todas las agencias del Gobierno para que hagan lo mismo.

"No renovar suscripciones en todas las agencias federales será un ahorro significativo de costos, ahorraremos cientos de miles de dólares de los contribuyentes", dijo en un comunicado la portavoz de la Casa Blanca, Stephanie Grisham.

Además, funcionarios gubernamentales informaron de que estos dos rotativos dejarán de llegar a la Casa Blanca, que también está suscrita al The Wall Street Journal, USA Today, The Financial Times o The New York Post.

Trump adelantó su decisión en una entrevista con Fox News a principios de semana: "Ya ni siquiera lo queremos (al Times) en la Casa Blanca. Probablemente vamos a terminar (la suscripción) y la del The Washington Post. Son noticias falsas".

Trump llegó al poder con una campaña de confrontación con medios estadounidenses como la CNN o los prestigiosos periódicos de Nueva York y Washington a raíz de sus publicaciones sobre la supuesta injerencia del Kremlin en los comicios presidenciales de 2016.

Desde que es presidente, sus críticas a los medios siguen siendo frecuentes y forman ya parte del día a día de la política estadounidense.

El mandatario acusa a los medios a través de sus tuits o durante sus mítines de difundir "noticias falsas" y de ser "deshonestos" en su contra.

De hecho, Trump ha acuñado motes para los rotativos a los que ha cancelado la suscripción: al neoyorquino le llama "fracasado New York Times", mientras que al capitalino "Amazon Washington Post", ya que su propietario es también el fundador de Amazon, Jeff Bezos.

Estos dos periódicos ganaron en 2018 un premio Pulitzer por su cobertura sobre la llamada "trama rusa", un galardón que Trump reclamó a sus responsables que fuera retirado.

Los medios han dedicado sus recursos a informar sin tregua sobre la supuesta injerencia del Kremlin en las elecciones presidenciales de EE.UU. y sobre presuntos contactos entre el equipo de campaña de Trump y funcionarios rusos, aunque también a otras polémicas interioridades del Gobierno.