El presidente de Turqía, Recep Tayyip Erdogan, ha instado a su homólogo ruso, Vladímir Putin, a frenar la escalada de hostilidades del régimen sirio de Bachar al Asad en la provincia rebelde de Idlib, en el noreste de Siria, mientras que este le expresó su «grave» preocupación por los ataques de los grupos extremistas.

Pese a varios acuerdos de tregua consensuados entre Rusia, Turquía e Irán, el régimen sirio ha intensificado en las últimas semanas su campaña militar en Idlib, la única provincia siria aún bajo control de milicias rebeldes islamistas, respaldadas en parte por Turquía y que se encuentra en la zona de desescalada acordada entre Ankara y Moscú a finales de 2018. La semana anterior, tras una nueva ronda de consultas sin avance alguno entre Turquía y Rusia para frenar las hostilidades en Idlib, Rusia ha justificado también la operación del régimen sirio, del que es aliada, por las graves violaciones de los acuerdos de Sochi del año 2018, según dijo el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov.

Las mismas acciones del régimen sirio resultaron el pasado sábado con un soldado turco muerto, la cuarta vez que mueren militares turcos este mes, a causa de los disparos de un tanque de las fuerzas sirias en Idlib, informó el Ministerio de Defensa de Turquía.