La Unión Cristiano Demócrata (CDU) precipita el proceso para la sucesión de una Angela Merkel que se apaga más rápido de lo previsto. Su descalabro electoral en los comicios regionales de Hamburgo el pasado domingo -en los que no superó el 11,2 % de votos-, la ruptura del cordón sanitario en Turingia y la consecuente retirada de la todavía presidenta democristiana, Annegret Kramp-Karrenbauer (AKK ), han agilizado la carrera para liderar el partido más votado de Alemania.

El último congreso de la CDU, celebrado a finales del 2019, cerró en falso tanto el poder de AKK como la cuestión de la candidatura a la cancillería: los conservadores alemanes sostuvieron con pinzas a Kramp-Karrenbauer y prefirieron aplazar el nombramiento de su cabeza de lista para las próximas elecciones, en septiembre del 2021. Tras la renuncia de AKK, el itinerario previsto saltó por los aires. Ahora se multiplican las voces que temen por la estabilidad de la fuerza que ha gobernado Alemania los últimos 15 años.

«La CDU se encuentra en la peor crisis de su historia». Esta frase no corresponde a ninguno de los tres candidatos oficiales a la presidencia democristiana, pero ilustra la situación que atraviesa la formación. La pronunció el ministro federal de Sanidad, Jens Spahn, uno de los nombres que hasta hace bien poco era barajado como candidato a suceder a AKK.

El ambicioso y joven político de solo 39 años se retiró de la lucha por el poder al apoyar ayer oficialmente la candidatura de Armin Laschet, primer ministro del estado federado de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado del país y con la federación más poderosa en la CDU. Si Laschet gana la partida en el congreso extraordinario del partido conservador el próximo 25 de abril en Berlín, Spahn será su vicepresidente. La unión ha sido una sorpresa pues uno es moderado y el otro, más conservador.

Minutos después de la comparecencia de Laschet y Spahn, aparecía Friedrich Merz. El otro gran candidato a la presidencia de la CDU, que perdió por poco frente a AKK la sucesión de Merkel en el congreso del 2018, ofreció un discurso con un claro giro a la derecha. El tercero en liza es Norbert Röttgen, exministro federal de Medio Ambiente, que presentó por sorpresa su candidatura justo hace una semana. Fue el primero en hacerlo oficialmente y también el que tiene menos opciones.