Un Tribunal de Sentencia de Honduras ordenó este jueves la puesta en libertad de la ex primera dama Rosa Elena Bonilla, esposa del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014), encarcelada en 2018 y condenada en 2019 a 58 años de cárcel por corrupción.

El mismo tribunal revocó la prisión preventiva que pesaba contra Saúl Escobar, quien fue secretario privado de Bonilla cuando fue primera dama del país centroamericano.

Bonilla y Escobar, según la resolución, deberán permanecer bajo el cuidado de sus apoderados legales, rendir un informe al mes y tienen prohibido salir del país.

Además, no podrán asistir a reuniones o sitios a los que acudan los demás imputados en el caso, denominado "Caja chica de la dama", testigos, peritos y cualquier otra persona involucrada.

Bonilla fue condenada en septiembre de 2019 a 58 años de cárcel por ocho delitos de fraude y tres de apropiación indebida, en tanto que Escobar a 48 años por ocho delitos de fraude, en un caso en el que, por primera vez en la historia de Honduras, una ex primera dama fue capturada y enviada esposada a prisión.

Tras salir de la prisión, declaró que se siente "bien" porque volverá a reunirse con su familia, que en la prisión la trataron bien y que ha sido "una experiencia" que ha sabido superar.

El abogado defensor de Bonilla, Juan Carlos Berganza, dijo a los periodistas que la resolución del Tribunal de Sentencia se aplicó en base al derecho procesal penal, revocando "la medida de prisión preventiva por sustitutivas".

Berganza no descartó que el Ministerio Público recurra la resolución del Tribunal de Sentencia, y dijo que quedan a la espera del nombramiento de un nuevo tribunal para un nuevo juicio oral y público, en el que aseguró que demostrarán "la inocencia" de la ex primera dama.

EXPRESIDENTE SATISFECHO POR NUEVO CAMBIO

El expresidente Lobo se mostró "contento" por la decisión del Tribunal de Sentencia y reiteró que su esposa no cometió ningún delito.

Añadió que el caso fue fraguado en la Casa Presidencial, al responsabilizar por eso al presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, en confabulación con el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

Bonilla fue condenada a diez años de prisión por apropiación indebida y a seis años por cada uno de ocho delitos de fraude, que suman 48, para "un total de 58 años de reclusión", dijo a los periodistas el portavoz de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Silva, el 4 de septiembre de 2019.

Además, a la acusada se le impuso una multa de 1,2 millones de lempiras (unos 48.387 dólares), equivalente al 10 % de más de 12 millones de lempiras (unos 495.967 dólares) que habría desviado, según la acusación, de los fondos del Despacho de la Primera Dama, a cuentas bancarias personales.

El 13 de marzo, el Supremo de Honduras ordenó que se repita el juicio contra la ex primera dama hondureña en respuesta a dos recursos presentados por la defensa de la acusada, informó una fuente oficial.

El portavoz de la Corte Suprema de Justicia, Carlos Silva, dijo a los periodistas que la Sala de lo Penal admitió dos recursos presentados por la defensa de Bonilla y, por unanimidad, ordenó que el Tribunal de Sentencia con competencia nacional en materia de corrupción celebre nuevo juicio contra la ex primera dama.