El consulado general de los Estados Unidos en la ciudad suroccidental china de Chengdu, arrió la bandera estadounidense, unas horas antes de que expirase el plazo para su cierre, ordenado por Pekín el pasado viernes en respuesta a la clausura del consulado chino en Houston (EEUU).

La sede consular retiró la enseña del país norteamericano a las 06.18 hora local (22.18 GMT del domingo), según imágenes transmitidas por la televisión estatal CCTV, poco antes la hora establecida para el cierre, a las 10.00 horas de hoy (02.00 GMT).

Desalojan la sede diplomática

El tráfico se ha cortado en los alrededores del consulado y la Policía ha desplegado estrictas medidas de seguridad para prevenir incidentes, según los medios locales. La cadena estatal mostró también imágenes de funcionarios estadounidenses abandonando el consulado durante la noche en medio de un cordón policial.

Grúas transportando contenedores y camiones de mudanza se podían ver esta mañana frente a la entrada principal de la legación diplomática, mientras algunas personas se concentraban en la zona para presenciar el momento, señaló el diario oficial Global Times.

Desde que el Ministerio de Exteriores anunció el cierre del consulado de los EEUU el pasado viernes, no se han producido incidentes reseñables, salvo el de una persona que entonó el sábado una canción nacionalista china ante la sede consular y otra que hizo estallar petardos un día antes.

El consulado de Chengdu fue inaugurado en 1985 por el entonces presidente George H. W. Bush, y en él trabajan unas 200 personas -150 de ellos trabajadores locales- que cubrían el Tíbet, entre otras regiones del suroeste de China.

Tensiones diplomáticas

Un día después de que los EEUU anunciase el cierre del consulado chino en Houston (Texas), Pekín respondió ordenando "el cese de todas las operaciones" de la oficina consular estadounidense en Chengdu, capital de la provincia central de Sichuan.

El Ministerio de Exteriores afirmó que se trataba de "una respuesta legítima y necesaria" contra la "acción injustificada de EEUU" de ordenar el cierre de su consulado en Houston, que Washington defiende asegurando que busca "proteger la propiedad intelectual estadounidense y la información privada de sus ciudadanos", aunque China niega que la oficina haya robado propiedad intelectual.

"La relación entre ambos países no es la que China desearía, pero Washington es responsable de ello", aseguró la cancillería en un comunicado y agregó que su respuesta está "en línea con la ley internacional, las normas básicas que rigen las relaciones internacionales y las prácticas diplomáticas" ya que, a su juicio, la medida que tomó Washington rompió todas estas reglas.

Acusaciones mutuas

El portavoz de Exteriores, Wang Wenbin, fue horas después un paso más allá y señaló que los diplomáticos estadounidenses enviados a Chengdu, participan en "actividades inconsistentes" con su misión, y que China ha presentado en el pasado múltiples quejas al respecto.

La crisis de los consulados ha llevado las ya deterioradas relaciones entre las dos grandes potencias mundiales a uno de sus peores momentos en décadas. Viene a sumarse al intercambio de acusaciones por el origen y gestión del coronavirus, la guerra tecnológica y comercial, a los reproches por la nueva ley de seguridad para Hong Kong o la situación de los derechos humanos de las minorías musulmanas en la región noroccidental china de Xinjiang.