La palabra récord ha adquirido un significado macabro en el Reino Unido. Desde hace semanas, al caer la tarde, llega la cifra fatídica de fallecidos por coronavirus, cifra que supera a la anterior y a cualquiera de las habidas desde que comenzó la pandemia. Este miércoles ha vuelto a ocurrir, con 1.820 muertos. Otro récord de víctimas mortales en un solo día. El número total de decesos alcanza los 93.290, el más elevado de los países en Europa y el quinto peor del mundo.

El número de hospitalizados también aumenta constantemente y supera los 39.000 por primera vez. Los hospitales británicos parecen una "zona de guerra", ha declarado el asesor científico del Gobierno, Patrick Wallance. La situación es muy muy mala en este momento, existe una enorme presión, ha señalado, algo que corroboran las dramáticas imágenes en servicios de cuidados intensivos que han venido mostrando equipos de la BBC en los últimos días para concienciar a los ciudadanos. La sanidad pública se halla en una situación límite y lo peor aún no ha llegado.

El único dato esperanzador es el descenso constante de nuevos contagios. Este miércoles ha sido de 38.905, lo que supone 8.620 menos que la pasada semana. Hace pocos días andaban por los 60.000. Las autoridades creen que se empiezan a notar los efectos de tercer confinamiento a que está sometido todo el país, incluido el cierre de las escuelas. Un confinamiento que en Inglaterra al menos se podría prolongar hasta Semana Santa.

Investigación pendiente

El Gobierno está poniendo el énfasis en la vacunación masiva. De momento 4.6 millones de personas han recibido ya la primera dosis de la vacuna. El primer ministro, Boris Johnson, espera que la rápida inmunización de la población haga olvidar los retrasos de su equipo en la toma de decisiones, la falta de equipos protectores adecuados para sanitarios y el fiasco de los test masivos. Errores en la gestión de la pandemia, en la que el número total de muertos se aproxima velozmente a los 100.000 y que requieren una investigación, que el mismo Johnson prometió y a la que ahora se resiste.