La manifestación parisiense del 1 de mayo, convocada por los sindicatos y a la que se sumaron algunos representantes del movimiento de los 'chalecos amarillos', ha desembocado en incidentes con la policía, que efectuó 34 detenciones.

La tradicional manifestación, que reunió en la capital a 25.000 personas, según los organizadores, 17.000 según el Gobierno, acabó de forma violenta cuando un grupo de radicales se negó a abandonar la plaza de la Nation. Fue el punto más tenso de una manifestación que había comenzado en la plaza de la República y que se había desarrollado de forma pacífica, salvo la destrucción de algunos escaparates.

En el momento final, cuando se habían producido roces entre manifestantes sindicales y otros con el rostro cubierto, intervinieron las fuerzas del orden para dispersarlos, para lo que utilizaron gases lacrimógenos y un cañón de agua.

Las tradicionales manifestaciones del Día de los Trabajadores reunieron en diferentes ciudades del país a unas 150.000 personas, según los sindicatos, 106.000 según el Ministerio del Interior. Se trata de la primera gran manifestación sindical en el país desde el inicio de la pandemia, después de que el año pasado fueran anuladas por la delicada situación sanitaria que atravesaba el país.

Varios responsables sindicales señalaron que este 1 de mayo debe ser el pistoletazo de salida de una movilización ciudadana para frenar algunas reformas que prepara el Gobierno, como la de las pensiones, que quedó en suspenso también por la pandemia.