El dirigente opositor venezolano Juan Guaidó ha dicho estar "seguro" de que el Gobierno español no aceptará la solicitud de extradición planteada contra Leopoldo López, en la medida en que no reconoce como legítimo al régimen de Nicolás Maduro y que procede de un sistema judicial que "de ninguna manera representa a la Justicia".

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) aprobó el martes la solicitud de extradición de López, que tiene causas pendientes en Venezuela y se encuentra desde octubre de 2020 en España. El representante de Voluntad Popular había sido condenado a catorce años de cárcel en 2015 por incitar a la violencia en las movilizaciones del año anterior.

Para Guaidó, se trata de una "acción de dispersión" por parte del chavismo y se ha mostrado "seguro" de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez reaccionará "desconociendo" la petición lanzada por el TSJ, ya que "es írrita, ilegítima y de ninguna manera representa a la Justicia de nuestro país".

Asimismo, ha subrayado en rueda de prensa que por parte de España "no hay reconocimiento del régimen de Nicolás Maduro", si bien en los últimos meses el Gobierno español ha evitado considerar también a Guaidó como "presidente legítimo" de Venezuela y ha optado por fórmulas intermedias, reconociéndole como un interlocutor relevante dentro de la escena política del país sudamericano.

Para iniciarse los trámites, no obstante, tiene que pronunciarse el Ministerio de Exteriores venezolano, que trasladaría la solicitud de extradición a departamento homólogo en España. Fuentes de la Cancillería venezolana han asegurado que aún no han dado ningún paso en este sentido.

De Exteriores pasaría al Ministerio de Justicia, que lo llevaría al Consejo de Ministros. Una vez en la mesa del Gobierno español, éste tiene la potestad de rechazar o aceptar el trámite, que en caso afirmativo pasa a la Audiencia Nacional. El tribunal podría entonces dictar que no ha lugar o pronunciarse a favor de la entrega a Venezuela, en cuyo caso la decisión última recaería de nuevo en el Ejecutivo, según ha podido saber Europa Press.

Mediación internacional

Guaidó ha comparecido públicamente por primera vez desde que el martes anunció su Acuerdo de Salvación Nacional, con el que ha dado un giro a la posición mantenida en los últimos meses para volver a plantear una negociación con Maduro.

Da por confirmado el respaldo "expreso" a su propuesta por parte de Estados Unidos, el país que ha sido hasta ahora su principal apoyo internacional, y confía en la comunidad internacional para que, con una mezcla de "presión" e "incentivos" -el levantamiento progresivo de las sanciones-, Maduro acepte esta 'hoja de ruta'. "Nosotros estamos listos ya", ha proclamado.

El presidente de la Asamblea Nacional elegida en 2015 ha evitado especular sobre los posibles escenarios del hipotético diálogo, incidiendo en que la implicación de Noruega, que ya ha participado en procesos anteriores, es "una de las posibilidades". Así, ha reconocido que "hacen falta garantes", una especie de "notaría" que certifique el acuerdo, pero ha señalado: "El sitio para nosotros no es problema".

"Estamos conversando con todos", ha añadido, al ser interrogado sobre la posibilidad de que participe también de alguna forma el Vaticano. En este sentido, ha dicho tener "muy buenas relaciones" con la Iglesia Católica. Sobre la posibilidad de que su propia presencia pueda ser un "problema", Guaidó, que en 2019 se autoproclamó preside encargado de Venezuela y aún se reivindica como tal, ha vuelto a plantear la opción de retirarse si de esta forma se puede "salvar" al país sudamericano y evitar la "tragedia".

Unidad para "rematar la faena"

El objetivo final es celebrar las elecciones que "debe" el chavismo, según Guaidó, que niega que la oposición esté "mendigando" nada que no le corresponda al pueblo venezolano de forma legítima. Los principales partidos opositores no han reconocido ni las elecciones presidenciales de 2019 ni las parlamentarias de finales de 2020.

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"La propuesta es sencilla, es un acuerdo para salvar a Venezuela", ha enfatizado. En este sentido, ha llamado a todos los sectores sociales y partidos a "rematar la faena" y ha advertido de que "la dispersión ayuda al régimen", precisamente en un momento en el que han vuelto a aflorar las diferencias en el seno de la oposición tras la renovación del Consejo Nacional Electoral (CNE).

Guaidó ha rechazado la "írrita renovación" de forma frontal, por considerar que procede de una Asamblea Nacional ilegítima y echa a la medida del chavismo. Otros líderes, con el excandidato presidencial Henrique Capriles a la cabeza, consideran que representa un primer paso por la incorporación de dos miembros ainfes a la oposición.