La crisis pesquera en el norte Atlántico por los movimientos de Noruega primero y de Islandia y Feroe después continúa. El aparente silencio de la Comisión Europea ante la autoasignación del cupo de caballa de los tres países y el recorte de la cuota comunitaria de bacalao por parte de Oslo inquieta cada vez más al sector pesquero y los Gobiernos de los Estados miembro más afectados. España, junto a Portugal, Alemania y Francia, han puesto el grito en el cielo y urgen ya a Bruselas que lance un “mensaje claro” al país nórdico para que cese en sus pretensiones de romper con un acuerdo que se basa en el Pacto de París sobre la soberanía del archipiélago, firmado en 1920. Los cuatro ministros de Pesca de estos países han enviado una misiva al comisario de Pesca, Virginijus Sinkevicius, alertando de los “incidentes” que tendrán lugar en alta mar entre pesqueros comunitarios (entre ellos gallegos) y las autoridades noruegas en las próximas semanas. Por este motivo, demandan a la CE que “salvaguarde los derechos de pesca legítimos e intereses de la UE” en Svalbard ante las pretensiones noruegas.

España, Francia, Portugal y Alemania piden "un mensaje claro y firme" a la UE contra Bruselas

El escrito, al que ha tenido acceso FARO, diario perteneciente al mismo grupo editorial que este medio, y que está firmado por el propio ministro Luis Planas, se centra principalmente en el recorte unilateral de la cuota comunitaria de bacalao, que pasa de las 24.645 toneladas a las 17.885 (un 27,5% menos). Como recordó el sector pesquero, la cantidad fijada por el país nórdico, soberano en Svalbard pero obligado a compartir sus recursos naturales, se terminará antes de julio, pero la intención de los buques es seguir faenando hasta completar la cuota legítima. “La UE se debe preparar para los incidentes en los que Guardacostas noruegos detendrían barcos de la UE cuando hayan pescado la cuota de bacalao tal y como decidió Noruega de forma unilateral”, recuerda la carta.

Para los cuatro países firmantes de la misiva, “es de primordial importancia que Noruega retire rápidamente estas medidas” sobre una especie de vital importancia y gran valor económico como es el bacalao de Svalbard. De hecho, consideran que el recorte unilateral es “una clara violación de la ley internacional”, por lo que entienden que es “esencial” para la “credibilidad” de la UE que sus socios “respeten sus compromisos”.

Ante la situación, España, Portugal, Francia y Alemania demandan a la Comisión Europea que “examine todas las medidas necesarias” y que sean debatidas en el seno del Consejo por parte de todos los Estados miembro.

La tensión con Noruega por el bacalao estalló tras el Brexit. El país nórdico encontró un hueco en medio de la indecisión por la falta de acuerdos entre Londres y Bruselas y recortó el cupo. A esto le siguió la autoasignación de caballa, especie que se distribuye desde las gélidas aguas del norte hasta el sur de España y que es capturada por todos los países costeros. En este caso, los noruegos decidieron aumentar su cuota en un 55% pese al TAC general acordado a finales del pasado año.

Sin embargo, la CE propuso establecer un contingente arancelario para 22.500 toneladas de caballa noruega que no tendrá que pagar tarifas para entrar en la UE (en el mismo reglamento en el que figuran las 75.000 toneladas de calamar Loligo de Malvinas). Todo ello en el marco de una nueva negociación bilateral sobre pesca de cara a un nuevo acuerdo. “Una firme y oportuna respuesta ante la falta de cooperación en pesca de Noruega sería aún más importante”, entienden Planas y sus socios comunitarios.