Ha vuelto a ocurrir y no es ni mucho menos la primera vez. Documentos secretos del ministerio de Defensa británico aparecieron abandonados el pasado martes en una estación de autobuses del condado inglés de Kent. Los cincuenta folios contenían planes de la travesía de un barco de guerra de la Royal Navy cerca de Crimea, cuya presencia podía desencadenar la ira de Rusia y un incidente internacional. También había anotaciones sobre la posible presencia militar británica en Afganistán una vez que concluya allí este año la operación de la OTAN encabezada por Estados Unidos.

Abierta investigación

Algunas de las páginas del dossier hallado en Kent llevaban un sello que decía 'Secret, UK Eyes Only' ('Secreto, Sólo para los ojos del Reino Unido'). En ellas se valoraban posibles respuestas de Moscú a la presencia del destructor británico HMS Defender en una franja de aguas internacionales a tan sólo 19 kilómetros de las costas de Crimea, territorio que se ha anexionado ilegalmente el régimen de Vladimir Putin. La operación militar terminó llevándose a cabo y el pasado miércoles 20 aviones rusos y dos de sus patrulleras siguieron vigilantes los movimientos del navío británico. De acuerdo con Moscú, las patrulleras hicieron disparos de advertencia y un avión lanzó bombas en la ruta del destructor. El gobierno británico lo negó y calificó las informaciones rusas de pura propaganda.

El ministerio de Defensa ha abierto una investigación sobre lo ocurrido con los papeles y uno de sus responsables ha tenido que dar explicaciones en la Cámara de los Comunes. Los primeros indicios sugieren que se trató de una pérdida accidental por parte de un oficial de alto rango, que dio la voz de alarma inmediatamente cuando se percató de la desaparición. No se ha descartado sin embargo una posible implicación de espionaje. La mano inocente que los encontró optó por entregárselos a la BBC.   

Los planos de la sede de James Bond

El extravío, pérdida, olvido, o robo de material con información sensible, no es algo novedoso para las autoridades británicas. En diciembre del 2019 desaparecieron un centenar de documentos con planos de la emblemática sede de los servicios secretos del MI6 al borde el Támesis, un edificio inmortalizado en varias películas de James Bond, que estaba siendo renovado. Allí había información de dónde estaban colocadas las alarmas, el cableado eléctrico, las escaleras y planos de despachos y oficinas. La constructora encargada de la reforma había utilizado una cuarentena de trabajadores subcontratados y terminó literalmente por perder los papeles confidenciales. Ese mismo año un empleado de los servicios secretos del MI5 se dejó un portátil con documentos sensibles en un tren en Dorset. A otro colega le robaron el portátil con información secreta sobre Irlanda del Norte en la estación de Paddington.

Maletín robado

A veces son los jefes quienes cometen un grave descuido. En el 2018, uno de los responsables de la lucha antiterrorista en las West Midlands. Marcus Beale, dejó durante cinco días un maletín dentro del coche con papeles sobre investigaciones en marcha de crimen organizado y datos de reuniones al más alto nivel, que podían comprometer la seguridad nacional y nunca debieron salir de la sede de la policía. Beale, con casi 30 años de servicio y al que le faltaba poco para jubilarse, se fue de compras, acudió al pub y pasó el fin de semana fuera de casa, antes de darse cuenta de lo ocurrido, como se sabría en un juicio disciplinario posterior. El maletín desaparecido y su contenido nunca fueron recuperados.