Cientos de soldados fueron desplegados este lunes en Ho Chi Minh (antigua Saigón), la urbe más poblada de Vietnam, que inició este martes un estricto confinamiento que prohíbe salir de casa en las próximas dos semanas para frenar un devastador brote de covid-19.

Según el portal VNExpress.com, centenares de soldados de infantería del Ejército Popular de Vietnam comenzaron a colaborar en los controles de movimientos en los puestos de vigilancia instalados en distintos puntos de la ciudad y apoyaron al resto de autoridades en asegurar el cumplimiento de las estrictas restricciones de movimiento.

Los militares también participan en la entrega de comida a los ciudadanos, que tienen prohibido salir de casa, salvo emergencia médica, en las dos próximas semanas, con la excepción de trabajadores considerados esenciales.

La ciudad amaneció este lunes con un silencio inaudito, después de un fin de semana frenético en que millones de personas atestaron los supermercados y tiendas de alimentación tras el anuncio del confinamiento el pasado viernes

Las propias autoridades contribuyeron al caos con vaivenes en sus normativas, a la que se sumó la propagación de rumores en las redes sociales, hasta que en la noche de ayer confirmaron el confinamiento sin excepciones que habían negado unas horas antes.

Los ciudadanos no pueden salir de casa, pero las autoridades de cada distrito han organizado junto a cadenas de supermercados un sistema de compra en línea una vez a la semana que será puesto en marcha con la ayuda de los militares.

Las aglomeraciones del fin de semana han disparado las alarmas por el peligro de contagio en una ciudad de unos 13 millones de habitantes que lucha desde abril contra un brote de coronavirus que ha costado más de 176.000 contagios y 6.538 muertes, pese a las restricciones de distinta intensidad en marcha desde mayo.

En las últimas semanas el Gobierno ha enviado más de 14.000 médicos y enfermeros a la ciudad y a las provincias aledañas, donde se está expandiendo la pandemia.

Los pacientes asintomáticos ya no tienen que acudir a los hospitales de campaña, donde los médicos están desbordados y los pacientes intentan sobrevivir en condiciones de precariedad.

En todo el país se han registrado más de 348.000 contagios y 8.277 muertes desde el inicio de la pandemia, que hasta el mes de mayo solo había provocado 35 muertes.

El país registró el domingo 11.346 contagios y 737 fallecimientos, su cifra más alta de muertos en un solo día, debido en parte al desfase de las autoridades en la publicación de la estadística.