El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, mantuvieron este jueves una reunión en París centrada entre otros puntos en cómo seguir facilitando la salida de Afganistán tanto de europeos como de otras personas amenazadas. 

"Hay que mantener nuestros esfuerzos para permitir que algunos ciudadanos europeos y personas amenazadas puedan salir del país, suministrar apoyo humanitario a quienes están en situación de necesidad y evidentemente apoyar a los países vecinos que han acogido a afganos", dijo Macron al inicio de ese encuentro.

La visita de Merkel es solo un viaje "de trabajo" y no uno de "despedida" de Francia antes de su inminente salida del cargo, porque, según el Elíseo, la canciller volverá a París en una fecha todavía por definir y en la que sí se homenajeará tanto a su persona como su acción en Europa y la calidad de las relaciones bilaterales.

Este encuentro estuvo centrado por ello en las cuestiones más candentes de actualidad, como la situación en Afganistán, en el Sahel y en Mali, y en temas europeos como la preparación de la cumbre informal del Consejo Europeo de los próximos 5 y 6 de octubre en Eslovenia.

"Estaremos particularmente atentos a la relación de los talibanes con organizaciones terroristas, porque de ello depende nuestra seguridad", añadió el jefe del Estado francés.

Afganistán fue igualmente para la canciller el principal punto de preocupación: "Debemos ver cómo podemos ayudar a los países vecinos que acogen a refugiados y reflexionar sobre qué representa el final del compromiso de la OTAN en ese país para nuestras futuras misiones de lucha contra el terrorismo", dijo.

Merkel abogó también por evaluar "qué lecciones deben extraerse de esa experiencia que no ha permitido alcanzar los objetivos que nos habíamos fijado".

Su reunión y cena posterior también tiene su foco, según dijeron, en el trabajo de sus respectivos países para hacer avanzar la agenda común europea en materia climática y de regulación de las grandes plataformas digitales.

"Hay muchas cosas sobre la mesa, no puedo olvidar que tengo que volver a Alemania esta noche", bromeó la canciller, que dijo estar "muy contenta" de estar en París.

Macron había recibido la semana pasada por separado a los dos principales candidatos a ocupar la Cancillería alemana, el socialdemócrata Olaf Scholz y el cristianodemócrata Armin Laschet (correligionario de Merkel).

Según el Elíseo, sendas reuniones sirvieron para tener un análisis "lo más preciso posible" sobre la situación en ese país de cara a las elecciones federales del 26 de septiembre, que serán inéditas por el abandono de la canciller tras 16 años en el puesto.