La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en su totalidad se ha convertido en objeto de vigilancia por parte de los servicios secretos del Interior, según informan este miércoles los medios.

La Oficina para la Protección de la Constitución (BfV) -el espionaje interior- se ha comprometido sin embargo ante el Tribunal Administrativo de Colonia, donde hay una demanda en curso, a renunciar al menos por el momento al seguimiento de diputados en las cámaras tanto federal, como regionales y europea, así como de candidatos en las elecciones a celebrar este año.

 

La AfD ya estaba bajo observación en varios estados federados como Brandeburgo, Turingia, Sajonia-Anhalt y Sajonia. Según 'Spiegel', el partido fue catalogado a finales de la semana pasada como "caso sospechoso" por extremismo, aunque en declaraciones al semanario, una portavoz de la BfV no quiso confirmar este punto "en vista del proceso en curso y por respeto al tribunal".

Un informe del espionaje interior de alrededor de mil páginas, que incluye varias pruebas de supuestas violaciones contra el orden liberal democrático recopiladas por juristas y expertos desde comienzos de 2019, constituye la base para la vigilancia de la AfD en su conjunto, señala la publicación.

Entre los documentos recopilados figuran varios centenares de discursos y declaraciones de representantes de este partido en todos sus niveles.

Una razón de peso para su catalogación como "caso de sospecha" por extremismo es según el espionaje interior la influencia de la corriente más radical dentro del partido -Der Flügel (El Ala)-, a la que la propia dirección conminó el año pasado a disolverse.

A ellos se suman vínculos con organizaciones de extrema derecha como el "Movimiento Identitario", la publicación "Compact" y el laboratorio de ideas de reciente creación "Instituto para políticas de Estado".