Otra vez la escena que un jefe de policía pensó “que nunca vería” en su ciudad. Otra vez las frases de los testigos, aún conmocionados: “Nunca pensé que pasaría aquí”. Otra vez, un tiroteo masivo en Estados Unidos, esta vez en un supermercado en la localidad de Collierville, en la zona metropolitana de Menfis, en Tennessee, donde este jueves un hombre armado ha matado al menos a una persona y ha dejado otras 12 heridas, en algunos casos de gravedad, antes de quitarse la vida.

El tiroteo sucedió alrededor de las 13.30 hora local según la información que ha ofrecido en rueda de prensa Dale Lane, el jefe de la policía local, que ha definido lo sucedido como “el acontecimiento más horrible en la historia de Collierville”, una localidad de 50.000 habitantes a unos 45 kilómetros al este de Menfis.

Cuatro minutos después llegaron los primeros coches de la policía, que entraron en el supermercado de la cadena Kroger. “Encontramos gente escondida en las neveras, encerrados en oficinas”, ha explicado Dale. “Hicieron lo que han sido entrenados para hacer: correr, esconderse, pelear. Odio que tuvieran que hacerlo aquí”, ha dicho Dale.

En declaraciones a la televisión local WREG-TV un testigo, Jason Lusk, ha explicado que el hombre entró y empezó a disparar y siguió disparando también cuando llegó la policía.

En su primera comparecencia ante la prensa Dale no ha podido dar información sobre el supuesto autor del tiroteo, que las autoridades creen que se quitó la vida con su propia arma. Tampoco han especificado qué tipo de arma utilizó, aunque algunos testigos como Lusk han hablado de disparos rápidos y muy seguidos que les hicieron pensar en un arma semiautomática.

El 1 de julio entró en vigor en el estado de Tennessee una ley, firmada en abril por el gobernador republicano Bill Lee, que autoriza a la inmensa mayoría de ciudadanos adultos a llevar una pistola cargada, abiertamente u oculta, sin necesidad de solicitar un permiso para hacerlo ni pasar ningún tipo de entrenamiento. La ley, que no afecta a rifles o escopetas, forma parte de un impulso a normativas similares que han estado impulsándose en los últimos meses en estados controlados por republicanos, incluyendo Texas, pese a que incluso fuerzas del orden han mostrado oposición y alarma.