Donald Trump canceló a última hora la rueda de prensa con la que pretendía robarle protagonismo a los actos de conmemoración del asalto al Capitolio. Lo hizo por recomendación de sus asesores, incapaces de atisbar rédito alguno a semejante chutzpah, pero el magnate no ha dicho su última palabra. Lejos de haberse convertido en el paria que algunos presagiaron, se mantiene como el monarca absoluto del Partido Republicano. Nadie le hace sombra en las encuestas, pocos se atreven a llevarle la contraria y su gran mentira del fraude electoral copa los dogmas del catecismo conservador. Desde Mar-a-Lago prepara sus próximos pasos. Primero, las legislativas de noviembre; a continuación, el inicio de la campaña presidencial para 2024, cuando debería desvelar si está listo para irrumpir nuevamente en la primera fila del circo político.

Apoyos no le van a faltar. Desde su universo político se habían preparado para este jueves numerosos actos de revisionismo histórico para honrar a los asaltantes del Capitolio, descritos desde su orbe como “patriotas” “prisioneros políticos”. Una suerte de ritual de iniciación para cualquiera que aspire a tener un futuro en el Partido Republicano, dominado por el populismo más radical. De hecho, según un recuento de ‘The Washington Post’, 163 republicanos que han abrazado la teoría del fraude ya han anunciado su intención de concurrir como candidatos a distintos cargos públicos que les concederían una notable autoridad sobre la gestión de futuras elecciones. De ellos, 69 pugnan por ser gobernadores; 55 compiten por un escaño de senador en Washington; 18 aspiran a ser secretarios de Estado en sus respectivos estados y 13 buscan el cargo de fiscal general.

Entre tanto, Trump sigue recaudando dinero. Este verano acumulaba más de 100 millones de dólares, que le ayudarán a avalar a ciertos candidatos y hundir a otros, así como a mantenerse en la carretera el máximo tiempo posible. Su próximo mitin está previsto para este mismo mes en Arizona y después acogerá en Mar-a-Lago un foro con todos los candidatos federales respaldados por él mismo. Será una oportunidad para testar lealtades y cocinar la estrategia para unas legislativas con las que su partido confía en recuperar el control del Congreso.

Lo que ya ha recuperado Trump es el favor de Fox News, convertida nuevamente en su más efectivo altavoz de propaganda. Tras las rencillas que dejó la noche electoral del 2020, la cadena de Rupert Murdoch barajó distanciarse del hombre que tan estrechamente había apoyado, pero se lo pensó mejor al ver cómo caía su audiencia. Hoy vuelve a estar entregada al césar, un matrimonio que le ha permitido recuperar el liderazgo entre la audiencia de los canales de noticias.