Victoria Cárdenas, esposa del líder opositor y precandidato a la presidencia de Nicaragua Juan Sebastián Chamorro, ha iniciado este lunes en Madrid una gira europea que le llevará a Ginebra y Bruselas para pedir a la comunidad internacional que presione al régimen de Daniel Ortega y logre la liberación “inmediata, incondicional y con garantías” de los 170 presos políticos encarcelados en el país centroamericano.

Durante un encuentro con la prensa y representantes institucionales celebrado en la Casa de América, Cárdenas ha denunciado las pésimas condiciones de las cárceles, donde los internos se ven sometidos a constantes interrogatorios mientras los juicios se han suspendido y están por tanto detenidos de manera indefinida.

“Estoy aquí para pedir la ayuda de todos los países del mundo que creen en la democracia y los derechos humanos”, ha indicado, reclamando “acciones coordinadas” para hacerle saber al régimen nicaragüense “que no puede seguir actuando con impunidad”. Sin embargo, no especificó qué tipo de acciones espera de la comunidad internacional. “Cada país tiene sus propios mecanismos para hacer presión sobre el régimen”, señaló.

La esposa de Juan Sebastián Chamorro, que se ha reunido con el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y con la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha agradecido “el liderazgo de España en su defensa de los derechos humanos y la democracia”.

Asimismo, le ha trasladado al jefe de la diplomacia española la necesidad que tienen los familiares de los presos políticos de contar con “más apoyos” a nivel internacional para lograr su liberación. Además, cree que América Latina no puede ser “indiferente” ante la situación de Nicaragua por su “impacto” en la región.

Detención arbitraria

“Creíamos que, a través de las elecciones, íbamos a poder hacer el cambio pero al secuestrar a toda la oposición y hacer que el resto de personas estén o silenciadas o en el exilio, necesitamos el apoyo internacional”, ha continuado.

La presencia de Cárdenas en Madrid coincide con el día de la toma de posesión de Daniel Ortega en Nicaragua. Al respecto, ha subrayado que las elecciones no pueden calificarse de tales porque fueron una “farsa” y que el gobierno tampoco puede llamarse gobierno. “Yo digo que Nicaragua es una gran cárcel, porque las personas, si no están en las cárceles o en el exilio, dentro de Nicaragua están con terror y silenciadas”, ha criticado.

Cárdenas recordó que la última vez que vio a su marido fue el pasado 8 de junio, cuando ocho patrullas integradas por más de 40 oficiales armados lo secuestraron y se lo llevaron detenido de forma arbitraria . Ella abandonó luego el país con su hija rumbo a Estados Unidos, motivo por el cual ha sido acusada por el régimen de “traición” y corre el riesgo de ser encarcelada si regresa a Nicaragua.