EEUU no presentará una respuesta escrita a las demandas de seguridad planteadas por Rusia, tal y como requería Moscú, cuando este viernes se vean las caras en Ginebra los ministros de Exteriores de ambos países. "Tenemos que ver si aún hay oportunidades", ha declarado este miércoles Anthony Blinken, secretario de Estado estadounidense, durante una visita a Kiev en la que reafirmó el compromiso de su país con la independencia y la integridad territorial de esta exrepública soviética alineada ahora con Occidente.

"No presentaré un documento en estos momentos al ministro de Exteriores. Tenemos que ver dónde estamos situados", ha adelantado Blinken. La reunión que mantendrán ambos en la ciudad suiza está considerada como una suerte de extensión de la serie de contactos que mantuvieron sin éxito representantes de EEUU, la OTAN y la OSCE con Rusia durante la última semana, -quizás una última oportunidad- en la que se constató la imposibilidad de aproximar posiciones en los dos principales requerimientos de la delegación rusa: la retirada de la invitación de ingresar en la OTAN a Ucrania y Georgia, y el veto ruso a posibles despliegues militares en los países miembros de la Alianza Atlántica que integraron en su día el Pacto de Varsovia, lo que equivale a una revisión en toda regla de los resultados de la Guerra Fría del siglo XX.

Potente señal

Blinken ha querido enviar de nuevo una potente señal de respaldo hacia Ucrania iniciando en Kiev la trascendental gira europea que culminará en Suiza el viernes. El mandatario ha expresado su "inquebrantable apoyo" al Gobierno ucraniano y ha prometido hacer todo lo posible para que Rusia "no se salga con la suya". "Una nación no puede simplemente cambiar las fronteras de otra por la fuerza, ni dictarle lo que tiene que hacer; si permitimos que estos principios se violen con impunidad, entonces abriríamos la caja de Pandora", ha enfatizado.

Blinken, que ha acusado a Rusia de planear un incremento de las decenas de miles de tropas acumuladas junto a la frontera con el país vecino, ha advertido a Putin del precio a pagar en el caso de invasión, que no solo incluiría sanciones económicas "devastadoras" para la economía rusa, sino también el "incremento" de la ayuda de defensa a Ucrania y el "reforzamiento" de la presencia militar de la OTAN en los países próximos a Rusia.

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha agradecido al jefe de la diplomacia estadounidense su "implicación personal" en la crisis, así como las garantías recibidas de la parte norteamericana de que nada se pactará a espaldas de Ucrania. "Estoy seguro de que no habrá ninguna decisión sobre Ucrania sin Ucrania", ha asegurado en Twitter.

Sobre el terreno, la tensión sigue subiendo en decibelios. Los servicios de inteligencia ucranianos han determinado que el ciberataque contra varios ministerios fue lanzado por el grupo UNC1151, al que se le suponen vínculos con el espionaje de Bielorrusia. Además, los países bálticos han pedido a la OTAN incrementar los despliegues en su territorio después de que se diera a conocer la presencia de soldados rusos en la vecina Bielorrusia para celebrar maniobras el próximo mes.