El Periódico Mediterráneo

El Periódico Mediterráneo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Crisis del coronavirus

Reino Unido vigila una recombinación de las variantes delta y ómicron del coronavirus

Es algo esperado por los científicos y no es necesariamente preocupante | La coinfección de una misma célula por dos linajes distintos del virus propicia el intercambio genético

Boris Johnson visita un centro oncológico en Inglaterra. Reuters

Reino Unido ha incluido en su último informe sobre variantes de interés de salud pública del coronavirus SARS-CoV-2 una recombinación de las variantes delta y ómicronSe trata de algo esperado por los científicos y que no tiene por qué ser preocupante, pero que debe vigilarse. La recombinación se produce cuando dos partículas virales de dos linajes diferentes entran en la misma célula (en el caso de este coronavirus, infectando a la vez a una persona o un animal), intercambian segmentos genéticos y producen una nueva combinación. Es un proceso natural y ya constatado en el virus que causa el covid-19. Los científicos de Reino Unido, el país europeo que más secuenciación realiza, monitorizan su nivel de propagación y sus posibles consecuencias clínicas.

En el apartado titulado 'Señales actualmente bajo monitoreo e investigación', el informe del Gobierno británico incluye la variante B.1.640 (identificada por primera vez en Francia), el linaje BA.3 de ómicron y el citado 'recombinante delta x ómicron'.

Dado el extraordinario número de personas positivas de ómicron y que delta no ha desaparecido, la probabilidad de que una persona se infecte con ambas variantes no es desdeñable. El jefe de Microbiología del área sanitaria de Vigo, Benito Regueiro, señaló en una entrevista publicada el lunes en Faro de Vigo que su departamento había detectado “varias coinfecciones de delta y ómicron, lo cual facilita la recombinación”. Regueiro, que además es catedrático de Microbiología de la USC y miembro del comité clínico que asesora a la Xunta, explicó que él y otros científicos tenían la esperanza de que este coronavirus “no tuviese esta gran habilidad de recombinación y que pasase lo mismo que con el SARS-CoV-1, que cuando se le puso presión y se limitaron las posibilidades de transmisión se volvió a los reservorios”.

Así, el SARS-CoV-1 surgió en noviembre de 2002 y dejaron de declararse casos en humanos en 2004. “Pero este [el SARS-CoV-2] tiene una habilidad tremenda de recombinación, es mucho más elaborado y se salta las limitaciones que le impone la genética evolutiva”, señaló el microbiólogo. “El virus está cambiando en un sentido positivo para el sistema sanitario porque es menos agresivo, pero todo esto depende de la próxima recombinación”, subrayó Regueiro.

'Deltacron' en Chipre

A principios de enero se anunció en Chipre la variante “deltacron”, una recombinación de las variantes delta y ómicron de la que se habrían detectado 25 casos. El anuncio lo hizo Leondios Kostrikis, profesor de Biología de la Universidad de Chipre y director del Laboratorio de Biotecnología y Virología Molecular. El 7 de enero se remitieron muestras de los 25 pacientes a la base de datos internacional Gisaid del Instituto Pasteur, encargada de publicar la secuenciación oficial de las nuevas variantes de la gripe y el coronavirus. “Veremos en el futuro si esta variante es más patológica o contagiosa o si se impondrá” a delta y ómicron, señaló entonces Kostrikis, aunque opinó que lo más probable es que fuera eclipsada por ómicron por ser más contagiosa. En cualquier caso, otros científicos que revisaron las secuencias atribuyeron el hallazgo a un “artefacto”, una contaminación en las muestras. Las secuencias de Reino Unido no tienen que ver con las de Chipre.

La recombinación es una de las armas del arsenal evolutivo del virus. Otras son las mutaciones que se acumulan en una infección crónica, la zoonosis inversa (cuando el virus contagiado por una persona a un animal vuelve al humano) y la deriva genética en la transmisión comunitaria. La recombinación no es fruto de la combinación de mutaciones de ambos “progenitores”. Cada variante aporta una parte, pero la parte complementaria desaparece. Por ejemplo, el linaje BA.3 de ómicron, muy minoritario, es un recombinante de los linajes BA.1 y BA.2 El primero es el predominante y el segundo está creciendo y ya es mayoritario en Dinamarca.

Diversidad genética

La recombinación no está asociada necesariamente a mayor transmisibilidad, virulencia o escape a vacunas o pruebas diagnósticas, pero “podría ser una fuente, porque aporta diversidad genética”, señaló a FARO en noviembre Marina Escalera Zamudio, investigadora del departamento de Zoología de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y una de las autoras del estudio que describió la primera recombinación del SARS-CoV-2 con una amplia propagación, el linaje B.1.628, denominado XB, que se extinguió tras extenderse principalmente por EEUU y México. “La recombinación como fuente de diversidad genética de virus nuevos y viables debe tomarse en serio”, apuntó entonces otro de los autores de la investigación, Oliver G. Pybus, del Departamento de Zoología de Oxford y el Royal Veterinary College de Londres.

Como explica en Twitter el biotecnólogo israelí Shay Fleishon, se han detectado recombinantes cuando una variante estaba reemplazando a otra. Así, se detectó XA en Reino Unido cuando alfa creció y reemplazó a la B.1.177. Cuando delta subió y fue sustituyendo a alfa, se detectó la XC. Y ahora se ha detectado la recombinación delta-ómicron cuando la segunda ha desplazado a la primera en el nicho ecológico.

La próxima variante podría ser más letal, advierten a Johnson

Algunos de los más destacados científicos de Reino Unido han advertido al Gobierno británico que una futura variante del coronavirus SARS-CoV-2 podría causar más muertes y enfermedad grave que ómicron, ha informado el diario británico 'The Guardian'. Recalcan que se debe tener precaución al levantar las últimas medidas preventivas contra el COVID, como planea hacer el primer ministro Boris Johnson en Inglaterra esta semana. El epidemiólogo Mark Woolhouse, de la Universidad de Edimburgo, recordó que “ómicron no vino de la variante delta, sino de una parte completamente diferente del árbol genealógico del virus. Y dado que no sabemos de qué parte del árbol genealógico del virus vendrá una nueva variante, no podemos saber cómo de patógena podría ser”. El virólogo Lawrence Young subrayó que “la idea de que las variantes del virus seguirán siendo más leves es errónea”. David Nabarro, enviado especial para el covid-19 de la OMS, también destacó la incertidumbre sobre cómo podrían comportarse futuras variantes.

Compartir el artículo

stats