Al menos tres personas -entre ellas un civil- murieron este lunes en el siniestro de un caza de las Fuerzas Aéreas iraníes que cayó en una zona urbana y golpeó la pared de un colegio en el noroeste de Irán.

El accidente se produjo por la mañana cuando el F-5 de entrenamiento se estrelló por causas aún desconocidas cerca de un colegio de la ciudad de Tabriz, capital de la provincia de Azerbaiyán Occidental, informaron los medios oficiales iraníes.

En el accidente murieron dos pilotos y un civil que se encontraba en su coche en la zona del siniestro, confirmó el director de Gestión de Crisis Azerbaiyán Occidental, Mohammad Baqer Honarbar. “Desafortunadamente, un civil murió en el accidente”, dijo a la agencia Tasnim Honarbar.

Por su parte, Sociedad de la Media Luna afirmó que el aparato llegó a golpear la pared de un colegio, que se encontraba "afortunadamente" cerrado debido a la epidemia del coronavirus. Las televisiones locales mostraron imágenes de bomberos tratando de apagar un fuego en la calle, en la que se ven metales retorcidos y la pared de un edificio golpeada por el aparato.

Las causas del accidente están siendo investigadas. Los accidentes de aviones militares son comunes en Irán debido a la antigüedad de los aparatos, adquiridos antes de la Revolución Islámica de 1979.

Desde la instauración de la República Islámica por parte del ayatolá Ruholá Jomeiní, Irán no ha tenido acceso a la compra de nuevos cazas para sus Fuerzas Aéreas y ha desarrollado sus propios modelos. En 2018, en otro accidente de un F-5 murió un coronel iraní en la ciudad de Dezful. Un año después, un MiG-29 se estrelló en las montañas de Sabalan, en el noroeste del país.