El canciller alemán, Olaf Scholz, anunció este martes el bloqueo de la certificación del gasoducto Nord Stream 2 como respuesta a la iniciativa del presidente ruso, Vladímir Putin, de reconocer a los territorios separatistas prorrusos de Ucrania.

"En el contexto de la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania, el gobierno alemán detiene el proceso de aprobación del gasoducto ruso-alemán Nord Stream 2 hasta nuevo aviso", afirmó el canciller.

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"No puede haber certificación" de esa infraestructura, afirmó Scholz en una comparecencia ante la prensa en Berlín en la que aseguró que "la situación ha cambiado" tras el reconocimiento por parte de Moscú de las autoproclamadas repúblicas prorrusas del Donbás.

Scholz dijo que el Gobierno alemán y los de sus socios de la Unión Europea anunciarán "de manera coordinada" durante el día de hoy las sanciones que impondrán a Rusia por lo que denominó una "ruptura" de Rusia de los acuerdos internacionales firmados por Moscú en las últimas décadas.

El canciller admitió que actualmente una cuarta parte del suministro energético de Alemania está basado en el consumo de gas y matizó que de él solo la mitad procede de Rusia; reconoció además que la decisión de impedir la entrada en funcionamiento de Nord Stream 2 tendrá consecuencias para el abastecimiento del país.

Sin embargo, agregó que ya se ha comenzado a abordar la cuestión de la "diversificación" de las fuentes de aprovisionamiento energético en el país y que esa iniciativa se enmarca dentro de una "tarea europea" en vista de la nueva situación creada por la actitud de Rusia en relación con Ucrania.

Scholz aludió a que Alemania ya ha comenzado a diversificar su mix energético de manera que aumentará la importancia de la procedencia de la energía generada por fuentes renovables, como la eólica, solar y el hidrógeno, y que por lo tanto el peso del gas se reducirá de todos modos.

En relación con la certificación del gasoducto explicó que, conjuntamente con el ministro de Economía, Robert Habeck, se procede ahora a valorar la situación creada por el cambio de la situación de la seguridad del aprovisionamiento energético y que a luz de ello se valorará la certificación de la infraestructura.

El gasoducto controlado por el gigante energético ruso Gazprom, ya terminado y construido con participación de empresas alemanas, está destinado a transportar directamente gas desde Rusia al oeste de la Unión Europea con entrada por territorio de Alemania y evita así el tránsito a través de Ucrania.

El canciller Scholz solo en los últimos días abrió la posibilidad de incluir esa infraestructura en la consideración para la eventual respuesta a una invasión de Ucrania por parte de Rusia aunque no había expresamente aludido a la suspensión de su certificación.

Su ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, habló claramente este fin de semana en la Conferencia de Seguridad de Múnich de esa posibilidad y dijo que Alemania estaba dispuesta "un alto precio" en la defensa de los valores que el Gobierno ruso pone en peligro con la amenaza a Ucrania.

La Agencia Federal de Redes de Alemania anunció hace varias semanas que quedaba suspendido el proceso de certificación del gasoducto de forma provisional hasta que se cumplieran todos los trámites exigidos por las leyes alemanas y no se preveía contar con un permiso al menos durante el primer semestre de 2022.