“No tratamos de decidir qué es verdad o falso. No tenemos un ministerio de la verdad” pero “la información es el combustible de la democracia” y “si la información es mala, la democracia es mala. Si la información está sistemáticamente sesgada y contaminada por la mentira, los ciudadanos no pueden tener cabal conocimiento de la realidad y su juicio estará sesgado”. Por eso “tenemos que defender que la información sea un bien protegido”, “que no sea un elemento que contamine las mentes (…) Propondré un nuevo mecanismo que nos permita sancionar a los actores que desinforman”, ha anunciado este martes el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, durante el debate del informe sobre desinformación e interferencias extranjeras en la Eurocámara.

El informe, aprobado antes de la invasión rusa de Ucrania en la comisión especial INGE y que votará este miércoles el pleno, denuncia la amenaza que representan los regímenes autocráticos extranjeros, en particular Rusia y China, y alerta de la falta de medidas a nivel europeo para impedir que actores maliciosos tomen el control de infraestructuras críticas, lancen ciberataques, recluten a antiguos políticos de alto nivel y polaricen el debate público, así como los vínculos entre el Kremlin y formaciones políticas europeas, particularmente de extrema derecha, con la campaña del ‘brexit’ o con el secesionismo catalán.

La batería de recomendaciones para combatir estas amenazas incluye campañas de sensibilización e información de la opinión pública, reglas más estrictas para las plataformas sociales, más apoyo a los medios para garantizar un mayor pluralismo y verificadores de datos, considerar las infraestructuras electorales como entidades críticas, mejorar la ciberseguridad para evitar aplicaciones espía como Pegasus, clarificar las relaciones inapropiadas entre algunos partidos políticos europeos y Rusia así como un régimen de sanciones contra la desinformación, precisamente la medida anunciada por Borrell en el marco de una batería más amplia para reforzar la capacidad de actuación europea. 

Russia Today y Sputnik

Esta medida, que castigará a los actores extranjeros que difunden noticias falsas, se sumará a la que los Veintisiete adoptaron la semana pasada con la decisión de sancionar a los medios de comunicación Russia Today y Sputnik por ser parte de la maquinaria de propaganda y desinformación del Kremlin. “Es una reacción radical sin precedentes pero es necesaria”, ha justificado la vicepresidenta de la Comisión, Vera Jourova. “No es un medio inocente con una determinada visión de la realidad. Fue creado por un decreto presidencial ruso para apoyar las políticas rusas en el extranjero”, ha recordado el alto representante para la política exterior de la Unión Europea.

Según el político europeo la guerra lanzada por Putin contra Ucrania ha puesto de manifiesto de nuevo que es necesario prestar atención a la injerencia y la desinformación porque la agresión militar se ha producido utilizando información falsa sobre los motivos de la invasión y presentando al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, como un genocida, un criminal y una marioneta en manos de occidente. Y es que, el Kremlin, sostiene la UE, utiliza los medios estatales y el ecosistema a su alrededor para manipular y engañar. “No solo se bombardean casas, infraestructuras o cuerpos. También se están bombardeando sus mentes”, ha dicho Borrell. 

Lazos con la extrema derecha

El informe debatido por la Eurocámara reprueba los acuerdos de cooperación firmados por partidos como el austríaco FPÖ, el francés Reagrupamiento Nacional o la Lega italiana con la formación ‘Rusia Unida’ de Putin así como los “estrechos contactos” que el alemán AfD, el Fidesz y el Jobbik de Hungría o el Partido del Brexit mantienen con el Kremlin. El documento se hace eco por ejemplo de que algunas de estas últimas formaciones han enviado “observadores electorales” a las elecciones controladas por Moscú en Donetsk Lugansk, en este de ucrania, legitimando de esta forma un proceso electoral condenado por la UE.

El proyecto de resolución también menciona los contactos estrechos y regulares entre “funcionarios rusos y representantes de un grupo de secesionistas catalanes en España” y pide una “investigación en profundidad”. Según los eurodiputados ambos ejemplos “forman parte de la estrategia más amplia de Rusia para aprovechar todas y cada una de las oportunidades para manipular los discursos con el fin de promover la desestabilización” en la UE.

Por ejemplo, también se hace eco de la contratación de políticos europeos para defender los intereses rusos y cita como ejemplo al ex canciller alemán Gerhard Schröder y al ex primer ministro de Finlandia, Paavo Lipponen, que fueron contratados por Gazprom, el monopolio de gas ruso. “La injerencia extranjera está ahí y los funcionarios de alto nivel están sirviendo a países que no son amigos. Pasa con Rusia pero también con China. Las empresas juegan con antiguos políticos europeos que ejercen presión en los lobbies para ellos”, ha denunciado la eurodiputada letona y ponente del informe, Sandra Kalniete.