Un total de ocho hombres fueron asesinados este viernes en dos hechos diferentes en el estado mexicano de Michoacán, oeste del país, donde se registra una cruenta lucha entre cárteles del narcotráfico.

La Policía Estatal informó que cuatro de las víctimas fueron localizadas en el maletero de un vehículo el cual fue encontrado totalmente calcinado este viernes sobre la carretera estatal que une los municipios michoacanos de Cojumatlán y Sahuayo, cerca de la frontera con el estado de Jalisco. Los cadáveres, todos del sexo masculino, presentaban huellas de tortura, posibles impactos de bala y severas quemaduras, por lo que hasta el momento permanecen en calidad de desconocidos. El segundo crimen múltiple ocurrió en el municipio de Zamora, donde presuntos sicarios abandonaron los cadáveres de cuatro hombres, sobre el Libramiento Norte y un camino de terracería. Todas las víctimas fueron torturadas y asesinadas a balazos, aunque tres de ellas fueron decapitadas. Los cuatro cuerpos tampoco han sido identificados.

El Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) ha calificado a Zamora como uno de los municipios más violentos de México, por lo que el Ejército Mexicano envió el pasado miércoles a 400 soldados para tratar de reducir la ola de violencia.

La Fiscalía General del Estado (FGE) mantiene como principal hipótesis en ambos casos posibles venganzas entre bandas de narcotraficantes, por lo que grupos especiales de la Policía Ministerial fueron desplegados en las zonas para continuar con las investigaciones.

En los municipios de Sahuayo, Cojumatlán y Zamora operan los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG), de La Nueva Familia Michoacana y de Los Caballeros Templarios, los cuales se disputan a sangre y fuego el control de la producción y tráfico de drogas como metanfetamina y marihuana. Estas organizaciones criminales también son responsables de extorsiones a empresarios y comerciantes, así como de secuestros y otros delitos.