Dos personas murieron este viernes atropelladas por un vagón de metro en marcha dentro de un túnel en la ciudad de Nueva York, según la policía neoyorquina. Las dos personas, un hombre y una mujer, aparentemente dos vagabundos, se encontraban sin razón aparente dentro de la vía del tren y fueron arrolladas por el convoy a mitad de la mañana en la línea 1, a la altura del barrio de Washington Heights. Se desconocen detalles sobre las víctimas y si tenían relación entre sí.

Aunque caminar por las vías del tren está estrictamente prohibido, la MTA (organismo que gestiona el metro) registró el pasado año 1.267 intromisiones, con dos centenares de heridos al ser atropellados por los vagones y 68 muertos, según el New York Times. Una parte de la gente que se aventura en las vías lo hace por recoger algún objeto que se les ha caído, pero la mayoría son personas sin techo (muchos con enfermedades mentales) que viven prácticamente en el submundo del metro, duermen en las estaciones y pasan el día mendigando por los vagones o durmiendo en los trenes en marcha. No obstante, hay otros perfiles, como los dos jóvenes franceses encontrados muertos la pasada semana y que aparentemente se encontraban pintando unos grafitis en una estación conocida por el mundo del arte urbano en el barrio de Brooklyn.

El metro de Nueva York, uno de los más densos del mundo, es usado por dos millones de personas al día de lunes a viernes (la mitad en fin de semana), lo que se traduce en 649 millones al año, según cifras de la MTA. Criticado su inseguridad, la MTA está estudiando la posibilidad de instalar mamparas de vidrio al menos en las estaciones más concurridas (las del centro de la ciudad) para evitar la invasión de las vías o los empujones que se registran a veces.