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Crisis energética

Francia retoma la firmeza de su 'no' al Midcat

"No es una respuesta a la actual crisis energética" afirman fuentes de Transición Energética después del giro que pareció apuntar el martes el ministro de Economía

El presidente francés, Emmanuel Macron, durante una rueda de prensa este jueves en París. AFP

El Gobierno francés se reafirma en su 'no' a retomar el proyecto del gasoducto hispano-francés Midcat, a través del Pirineo catalán, para hacer llegar el gas desde la Península Ibérica al centro de Europa ha durado bien poco. "Aumentar la capacidad de interconexión entre España y Alemania a través de Francia requeriría un refuerzo sustancial de la red francesa, lo que en cualquier caso llevaría varios años y costaría varios miles de millones de euros. Por lo tanto, no es una respuesta a la actual crisis energética", han transmitido a EL PERIÓDICO, diario que pertenece al grupo Prensa Ibérica al igual que este medio, fuentes próximas al Ministerio de Transición Energética este jueves.

Las declaraciones del ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, este martes, en las que mostraba la disposición de su Gobierno a "examinar" la posibilidad de retomar el proyecto del gasoducto Midcat habían dado pie al optimismo en España y Alemania. Esta misma mañana, el presidente Pedro Sánchez y el canciller Olaf Scholz, se habían reunido en las proximidades de Berlín para, entre otras cuestiones, presionar a Francia a favor de la interconexión gasista. Y Le Maire respondió horas después de forma complaciente, aprovechando unas declaraciones a los medios de comunicación: "Desde el momento en que el presidente del Gobierno español y el canciller alemán lo piden, desde que los amigos lo piden, examinamos la demanda de nuestros amigos, de nuestros socios", señaló en la tarde del martes. "España y Alemania son socios muy próximos de Francia, de forma que cuando hacen una propuesta la examinamos", abundó.

Tales muestras de apertura fueron celebradas como "un paso muy importante" en España. "Se ha producido un movimiento en la buena dirección que pone de manifiesto la voluntad del Gobierno de Francia de dar una respuesta europea" a la crisis energética provocada por la invasión de Rusia en Ucrania, valoró la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, tras las palabras del ministro francés.

Pero la satisfacción ha durado bien poco. En declaraciones a EL PERIÓDICO, fuentes del próximas al Ministerio de Transición Energética han aclarado su punto de vista: "La construcción de esta infraestructura permanente y a largo plazo, cuando queremos acelerar la salida de los combustibles fósiles y, en particular, del gas natural, en línea con la estrategia europea, no es adecuada", afirman.

Estas fuentes defienden que "las autoridades francesas garantizan plenamente y sin reservas la solidaridad energética que está en el corazón del proyecto europeo" y, como muestra de ello, recuerdan el uso intensivo de sus interconexiones con Bélgica y con Suiza e Italia para abastecer el centro y el este de Europa, incluida Alemania. Según los datos del departamento de Transición Energética, estos gasoductos están al 87% y al 97% de su capacidad, respectivamente. En el caso de España, sin embargo, los dos gasoductos ya existentes a través de la parte occidental de los Pirineos no están saturados: "En agosto estaban al 60% de su capacidad, en el sentido de las exportaciones de Francia a España", desvelan estas fuentes para mostrar que aún existe un elevado potencial de interconexión gasista en el sentido inverso, de España hacia Francia.

El Gobierno español deberá examinar ahora el alcance de los planteamientos franceses antes de decidir concentrar un impulso mayor en el 'plan B' para hacer llegar un mayor volumen de gas de la Península Ibérica a Europa central, a través del proyeto de un gasoducto submarino entre Barcelona y Livorno (Italia), mucho más atrasado en su diseño y más costoso que el Midcat.

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