Uno de los tres palestinos involucrados en el atentado terrorista de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972 y que sobrevivieron a él, habría residido durante 13 años en Berlín y las autoridades estaban al tanto de ello, aunque no emprendieron acciones contra él, según ha publicado este sábado el 'Süddeutsche Zeitung'.

La Policía de Baviera fue informada por un agente encubierto de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) sobre el paradero del palestino, que se desplazaba casi a diario entre el oeste y el este de la capital germana --entonces aún dividida--, tal y como recoge el material almacenado en los Archivos Estatales de Múnich.

Sin embargo, en aquel momento no se comprobó la fiabilidad del informante de la BKA y es posible que la información se haya traspapelado en la ciudad de Baviera, por lo que no está claro si alguna vez se le dio seguimiento.

Este informe alimenta una teoría alimentada durante años por los israelíes, según la cual las autoridades alemanas habrían permitido deambular libremente a los terroristas supervivientes a cambio de evitar nuevos atentados en suelo alemán.

Un portavoz del Ministerio del Interior regional bávaro ha explicado este sábado que, como parte del acuerdo entre el Gobierno y los supervivientes israelíes, se creará una comisión de historiadores para analizar estos documentos.

El 5 de septiembre de 1972, durante los Juegos de Múnich, un comando terrorista palestino atacó al equipo israelí en la villa olímpica y tomó once rehenes. Todos ellos, además de un policía alemán y cinco de los ocho atacantes, murieron en los tiroteos primero en la sede olímpica y luego en el frustrado intento de rescate en la base aérea de Fürstenfeldbruck.

Los terroristas supervivientes fueron encarcelados, pero poco después fueron liberados en una negociación tras el secuestro de un avión.