Satisfacción absoluta en la Hungría de Viktor Orbán, la Polonia de Mateusz Morawiecki, la República Checa que lidera el primer ministro Petr Fiala, la Francia de Marine Le Pen o la Suecia de los Demócratas suecos, el partido antiinmigración convertido en la segunda fuerza política del país. En cambio, silencio y prudencia de momento en las instituciones europeas, que miran con temor a las repercusiones que el ascenso de la extrema derecha en Italia tendrá para expedientes como el estado de derecho, el pacto de asilo e inmigración, los derechos y las reformas exigidas a cambio de los fondos de recuperación. 

“Mi planteamiento es que cualquier gobierno democrático que esté dispuesto a trabajar con nosotros trabajaremos juntos…. Si las cosas van en una dirección difícil -ya he hablado de Hungría y Polonia- tenemos herramientas”, decía la semana pasada la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a su paso por la universidad estadounidense de Princeton. Unas palabras que causaron un enorme revuelo en Italia pero con las que ha cerrado filas la primera ministra de Francia, Elisabeth Borne, este lunes. 

“Evidentemente estaremos atentos y con la presidenta de la Comisión Europea (Ursula von der Leyen) para que esos valores sobre los derechos humanos, sobre el respeto de unos y otros, en particular el respeto al derecho del aborto, sean respetados por todos", ha dicho en una entrevista en el canal BFMTV en la que no ha querido valorar en cambio la elección de la ultraderecha como tan poco han hecho hasta ahora ni las principales instituciones europeas ni las grandes familias políticas del Parlamento Europeo.

Mucho más explícito se ha mostrado el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. "El populismo siempre termina en desastre", ha afirmado en un desayuno informativo. "Este es un momento de incertidumbre y en momentos de incertidumbre, los populismos siempre ganan en importancia”, explicó el ministro socialista. "Siempre proporcionan respuestas simples a corto plazo a problemas que son muy complejos", agregó Albares.

Aplausos de la extrema derecha

Sí lo han hecho en algunos otros Estados miembros potenciales aliados de Meloni como Hungría Polonia. “Felicidades a Giorgia Meloni, Matteo Salvini, Silvio Berlusconi por las elecciones de hoy. En estos momentos difíciles necesitamos más que nunca amigos que comparten una visión común y un enfoque de los desafíos de Europa”, ha celebrado Balász Orbán, director político del primer ministro húngaro, Víktor Orbán, miembro del parlamento húngaro y el más elocuente sobre lo que Europa puede esperar con un gobierno de ultraderecha sentado en la tercera economía de la Eurozona.

También han felicitado a la líder de la formación Hermanos de Italia el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, y el primer ministro de la República Checa, que ostenta la presidencia semestral de la UE, Petr Fiala, y con cuya formación comparte familia política Hermanos de Italia. Ambas formaciones --lo mismo que Vox-- comparten bancada en el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos que sale reforzado de la contienda. “Felicitaciones a Giorgia Meloni por la victoria en las elecciones europeas. Espero una futura cooperación en política europea y en el grupo ECR”, ha dicho Fiala. 

Abascal y Le Pen

La extrema derecha francesa también se ha sumado a los elogios. “Los italianos han dado una lección de humildad a la Unión Europea que, a través de la voz de la señora Von Der Leyen , ha pretendido imponerles el voto. Ninguna amenaza de ningún tipo puede detener la democracia: los pueblos de Europa levantan la cabeza y toman su destino en sus propias manos”, ha escrito el eurodiputado de extrema derecha francesa, Jordan Bardella, aludiendo a las palabras de la presidenta de la Comisión Europea la semana pasada. También ha terciado la líder de su partido, Marine Le Pen. “El pueblo italiano ha decidido coger el destino en sus manos al elegir un Gobierno patriótico y soberanista”, escribió en las redes la dirigente de Agrupación Nacional. 

Desde filas de Vox el partido de Santiago Abascal, que mantiene una estrecha relación con Meloni, ha celebrado con matices la victoria de su colega italiana. “Italia marca el camino de una nueva Europa de naciones libres y soberanas. "El pueblo decidirá su futuro. Sin pedir permiso a ningún oligarca. Avanti Georgia Meloni! Avanti Fratelli d’Italia!", ha afirmado el partido de extrema derecha en su canal de Twitter.