El Parlamento de Turquía ha aprobado este jueves una polémica ley que servirá para castigar con hasta tres años de cárcel a todo aquel que cree o comparta "fake news" o "información falsa" en redes sociales o en medios de comunicación. 

Incluso, según el texto de la nueva legislación, un simple 'retweet' puede llevarle a uno a ser investigado. El texto ha sido aprobado únicamente con los votos de la coalición gubernamental del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Toda la oposición, que de hecho cataloga esta nueva norma como una "ley de la censura", ha votado en contra. 

La principal formación opositora, el Partido Republicano del Pueblo (CHP), ha asegurado que llevarán la ley al Tribunal Constitucional en caso de que el texto sea ratificado por el presidente Erdogan, el último paso para que empiece a ser aplicado.

"Esta ley le servirá a Erdogan para silenciar a la disidencia de una forma mucho más efectiva. El texto introduce penas de cárcel a personas que divulguen 'información falsa' en temas de seguridad nacional, orden público y salud. Pero estas provisiones están escritas de una forma vaga, lo que le da espacio a un sistema judicial ya de por sí muy politizado para silenciar a las voces críticas", escribe Gönül Tol, experta en el think tank internacional Middle East Institute.

"Cuando la ley sea firmada, Erdogan habrá llevado la persecución contra la disidencia digital a otro nivel justo antes de las elecciones cruciales de primavera de 2023", asegura Tol.

En Turquía, nadie habla de otra cosa que no sean esas elecciones presidenciales, programadas, en principio, para finales de junio de 2023. La gran mayoría de encuestas aseguran que Erdogan perdería dichos comicios. Es la primera vez en los 20 años de poder del político turco que algo así ocurre. Y hay más: según estas encuestas, Erdogan es ahora el cuarto líder político más popular del país. Los tres primeros son, todos, miembros de la oposición. 

Un antes y un después

Desde que se anunció esta nueva ley, las asociaciones de derechos humanos y defensoras de la libertad de expresión han estado criticando duramente esta nueva normativa, que, según ellos, se sumará a las ya duras penas e investigaciones que reciben miles de turcos al año por haber "insultado" al presidente en sus redes sociales.

"Aquí estamos. Turquía acaba de entrar a un periodo muy difícil. Esta ley afectará a todo el mundo. A todos, desde la oposición a las oenegés, desde las asociaciones de médicos y abogados hasta periodistas y ciudadanos corrientes. Todos serán sujetos al acoso judicial", ha dicho este jueves Veysel Ok, director de la asociación MLSA, una organización que defiende judicialmente a periodistas turcos perseguidos.