La escaladora iraní Elnaz Rekabi, que este domingo participó en una competición internacional de escalada sin el velo obligatorio que impone su país, ha llegado durante la madrugada de este miércoles a Teherán, la capital iraní, donde ha sido recibida con vítores y gritos de "campeona" por parte de cientos de manifestantes. 

Según publicó el medio disidente 'IranWire', Rekabi fue retenida en la embajada de Irán en Seúl —donde ocurrió la competición de escalada—. Allí, las autoridades iranís, explica este medio, amenazaron a la atleta con ser encerrada en la cárcel de Evin, la prisión donde la República Islámica retiene a sus presos políticos. 

Sin embargo, al llegar a Teherán, en la salida del aeropuerto, la versión de Rekabi de lo ocurrido ha sido muy distinta. "Quiero pedir disculpas a la gente de Irán por la turbulencia y preocupación que he creado. Me costó ponerme los zapatos y preparar mi equipo, así que me olvidé del hiyab que debía llevar puesto, y salí al muro a escalar directamente", ha dicho este miércoles de madrugada, en el aeropuerto, la atleta, vestida con una gorra y una capucha negras que tapaban completamente su pelo.

Las autoridades iranís son conocidas por orquestar este tipo de declaraciones: opositores y críticos recién encarcelados aparecen regularmente en la televisión pública iraní mostrándose arrepentidos de sus actos, pidiendo perdón y, en casos más extremos, confesando crímenes y conspiraciones varias.

Es el caso de Rekabi, que después de dos días desaparecida —sus familiares y allegados lo denunciaron a varios medios opositores iranís—, aseguró este martes por la noche en sus redes sociales que lo que publicaban los medios sobre ella era falso. 

"La Embajada de la República Islámica de Irán en Corea del Sur niega categóricamente todas las noticias falsas y toda la desinformación sobre la señora Elnaz Rekabi, que partió desde Seúl hacia Irán en la madrugada del 18 de octubre junto con los otros miembros de su equipo", dijo este martes por la noche la embajada iraní en un comunicado.

Este martes, horas antes de que la escaladora llegase a Teherán, su hermano Davud Rekabi fue llamado a una oficina de los servicios de inteligencia iranís. Su familia, desde entonces, no ha recibido noticias del hombre, según explica 'IranWire'.

Recibimiento sin hiyab

Cientos recibieron a la atleta, pese a sus palabras, a su llegada al aeropuerto, con el cántico estrella de las protestas que desde mediados de septiembre recorren toda Irán: "Mujer, vida, libertad". 

Entre la gente había hombres pero sobre todo mujeres: casi todas iban o directamente sin el velo obligatorio o con el hiyab tirado sobre los hombros, sin cubrir ninguna parte de la cabeza. Es una práctica que empieza a normalizarse en el país persa, sobre todo en Teherán. Tras la ola de protestas —que aún dura— cada vez más mujeres deciden salir a la calle rechazando la obligatoriedad de llevar velo.