España admira a Francia, pero desde Francia se mira a España con cierta condescendencia y sentimiento de superioridad, aunque con simpatía y atracción. Los ciudadanos de ambos países coinciden en que Francia es mejor que España en la mayoría de los aspectos importantes: su sistema económico, su influencia internacional, su nivel científico y técnico y su calidad democrática. Esta visión asimétrica a ambos lados de los Pirineos viene de lejos, pero en los últimos años se ha ido atenuando: el sentimiento de inferioridad español se va reduciendo, y lo mismo está ocurriendo con el de superioridad francés.

No hay consenso sobre otros dos aspectos: la calidad de la producción cultural y la calidad de vida. En estos dos terrenos los españoles se sienten superiores, mientras que los franceses están divididos respecto a qué país tiene mejor calidad de vida. Por otro lado, los franceses consideran simpáticos a los españoles, pero los españoles suspenden a los franceses en este aspecto.

Es uno de los resultados del informe presentado este lunes por el laboratorio de ideas Real Instituto Elcano y la Asociación Diálogo y recogido por El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica. Se basan en una encuesta hecha a mil personas de ambos países en la que se analizan las imágenes respectivas y las valoraciones mutuas.

Los viajes (los franceses vienen más a España de lo que los españoles van a Francia) están reduciendo los prejuicios. El turismo hace que los franceses vean, por ejemplo, la calidad de las infraestructuras españolas, explica Carmen González, investigadora del Real Instituto Elcano y autora del informe, que también apunta a la importancia en nuestra imagen en Francia de los deportistas españoles, tanto los futbolistas como el tenista Rafa Nadal.

Sergio Molina, historiador de la Universidad de Castilla-La Mancha, destaca que ahora no haya temas de conflicto cómo hace treinta o cuarenta: "En 1985, el 55% de los españoles consideraban a Francia un país hostil", apunta.

En cuanto a marcas renombradas, los franceses llevan la delantera. Solo la mitad de mitad de los vecinos del norte es capaz de recordar ninguna marca española, pero nueve de cada 10 españoles sí que consigue nombrar una francesa. La compañía de España más famosa en Francia es Zara, seguida de Seat. A la inversa, la más repetida entre los españoles son Renault y Carrefour, por ese orden. 

El aspecto prioritario de la colaboración entre ambos países es la lucha contra el terrorismo. Solo seis de las 1.000 personas preguntadas nombraron el Midcat como asunto bilateral relevante. Por el contrario, apunta González, en España sí se destaca los problemas en agricultura, "porque recuerdan aquel conflicto en que los productos españoles acabaron tirados por el suelo.

Los franceses, más preocupados por el cambio climático

La preocupación por la guerra en Ucrania es máxima tanto en Francia como en España, pero los franceses tienen otra que la supera con creces: la lucha contra el cambio climático es elegida como objetivo prioritario de la Unión Europea por dos tercios de los franceses (65%) frente a menos de la mitad de los españoles (46%), según se ve en el informe del Real Instituto Elcano y la Asociación Diálogo. 

Los españoles son más europeístas y favorables a aumentar las competencias de la Unión Europea. "Los españoles se muestran más propensos a comunitarizar competencias, y eso lo ha mostrado también las encuestas de la UE", recuerda Carmen González. Dos tercios de los españoles ven positiva la pertenencia de su país a la UE. La cifra cae al 42% para los franceses. Al sur de los Pirineos el sentimiento de ser europeo es equiparable al de ser español. 

Alemania es para ambas ciudadanías el país preferido como aliado dentro de la Unión. Como segundo aliado, tanto españoles como franceses se eligen mutuamente. "La identidad española es más fuerte en la derecha que en la izquierda", explica González.

Los españoles siguen queriendo una UE cuya principal misión sea igualar el nivel de bienestar de todos los Estados miembros. Los franceses, por su parte, creen que en primer lugar la UE debe hacer de Europa una potencia económica capaz de competir con EEUU y China.

La visión sobre la inmigración arroja una visión marcadamente diferente. "Los españoles son más propensos a aceptar tanto la inmigración económica de africanos o los refugiados de Oriente Próximo y Ucrania", recalca la autora del informe.

Se ve también en cuál debe ser el objetivo de la política exterior. Para los franceses el segundo más relevante es evitar la llegada de inmigración irregular, un puesto que ocupa en España la ayuda al desarrollo. Los españoles aceptan más tanto de la inmigración económica (se preguntaba por la procedente de África) como del asilo (el originario de Oriente Próximo). En ambos países la actitud hacia los refugiados ucranianos es mayoritariamente acogedora, pero esa actitud está más extendida en España. dice el informe.

Divididos en el apoyo a Ucrania

Españoles y franceses comparten la simpatía por la causa de Ucrania en su defensa contra la invasión rusa. Una gran mayoría en ambos países, del 76% en Francia y del 85% en España apoyan la implicación europea en esta guerra.

Franceses y españoles están muy divididos respecto al horizonte temporal del apoyo militar a Ucrania pero, en conjunto, casi dos tercios de los franceses (63%) y más de dos tercios de los españoles (68%) apoyan que Europa siga enviando ayuda militar.

Dos tercios de los españoles creen que finalmente Rusia ganará la guerra, mientras que la opinión francesa está dividida casi a la mitad en el pronóstico sobre el ganador. Pero incluso entre los que creen que Rusia ganará la guerra, la gran mayoría está a favor que Europa siga apoyando a Ucrania.

Pese a la simpatía que despierta la causa ucraniana en esta guerra, la mayoría de los franceses y de los españoles cree que Ucrania debe