Nancy Pelosi, la primera mujer que llegó a liderar un partido político en el Congreso de Estados Unidos y también la primera que alcanzó el poderoso puesto de 'speaker', la presidencia de de la Cámara de Representantes, ha anunciado este jueves que no buscará la reelección para el cargo de liderazgo dentro del Partido Demócrata, que tras las últimas elecciones legislativas volverá en enero a la minoría. A los 82 años, la influyente y decisiva figura ha dicho en un discurso ante la Cámara que "ha llegado el momento de una nueva generación". Y aunque se mantendrá en su escaño representando un distrito de San Francisco, su decisión representa un movimiento sísmico y, también, el fin de una era.

Pelosi se cuenta entre los 'speaker' de más poder e influencia en la historia moderna de EEUU. Ha sido una figura colosal dentro del Partido Demócrata, por su capacidad estratégica y legislativa. Y el presidente de EEUU, Joe Biden, que le ha llamado personalmente para felicitarle por sus décadas en el liderazgo, ha emitido un laudatorio comunicado en el que ha asegurado que pasará a los anales como "la más determinante 'speaker' de la historia". "Cuando pienso en Nancy Pelosi pienso en dignidad", ha escrito el presidente.

Pulla a Trump

Su discurso ante la Cámara este jueves, al que no ha asistido prácticamente ningún republicano, ha sido interrumpido en varias ocasiones por ovaciones de los demócratas. Y ha sido un recorrido por su viaje personal y político, empezando como la niña de 6 años que fue por primera vez al Capitolio en Washington para la jura de su padre, que fue representante por el estado de Maryland . "Nunca habría pensado que un día pasaría de ama de casa a 'speaker' de la Casa de Representantes", ha dicho también Pelosi, madre de cinco hijos.

Su intervención ha sido, en cualquier caso, sobre todo un mensaje político centrado en la defensa de la democracia. Y Pelosi ha aprovechado para recordar el asalto al Capitolio y para leer las últimas elecciones como un rechazo contundente de los ciudadanos a los ataques al sistema y las instituciones y también a la violencia política. Los peligros de esta se hicieron dolorosamente evidentes unos días antes de los comicios, cuando un hombre aferrado a teorías conspiratorias sobre inexistente fraude electoral entró en su casa en San Francisco buscándola y agredió violentamente con un martillo a su esposo. Durante años Pelosi ha sido una de las figuras demócratas más demonizadas por la derecha política y mediática.

Aunque no ha citado directamente a Trump, Pelosi se ha encargado de mostrar sucintamente su desprecio por el republicano, uno de los cuatro presidentes con los que ha coincidido trabajando durante su liderazgo. Al hablar de sus décadas en el cargo ha obviado la mención siquiera de Trump, destacando solo los logros legislativos conseguidos con George Bush, Barack Obama y Joe Biden,

Relevo generacional

La despedida de Pelosi representa un cambio sísmico para el Partido Demócrata. Con su despedida la formación pierde a una recaudadora de fondos extraordinaria y, legislativamente hablando, a una líder que ha mostrado repetidamente una capacidad para mantener unido cuando ha sido necesario un caucus lleno de tensiones entre demócratas progresistas, centristas y moderados.

Esa misión recaerá ahora en un nuevo liderazgo y en esa nueva generación a la que ha hecho mención Pelosi. Y el favorito para darle el relevo es el representante de Nueva York Hakeem Jeffries, de 52 años, que sería el primer negro en liderar un partido en el Congreso. Jeffries ha presidido el caucus desde 2019 y ha asumido otros roles de liderazgo, incluyendo ser uno de los siete fiscales de la Cámara en el primero de los dos 'impeachment' a Trump.

El relevo generacional, además, no solo llegará en esa posición de máximo poder en el partido. Junto a Pelosi también han anunciado que no buscará su renovación el número 2, Steny Hoyer, de 83 años, aunque también se mantendrá en su escaño. Y se estima que la próxima número 2 será la representante Elizabeth Clark, de 59 años.