Caos en Washington

La rebelión del ala ultra republicana frustra por tercer día la elección del presidente del Congreso de EEUU

El rechazo de 20 radicales a McCarthy como 'speaker' de la Cámara Baja se mantiene después de siete votaciones | Las negociaciones entre las dos facciones conservadoras siguen en paralelo a puerta cerrada

El Partido Republicano mantiene el bloqueo a la elección de presidente de la Cámara de Representantes.

Vídeo: AGENCIA ATLAS Foto: Agencias

Idoya Noain

Después de tres días y 11 rondas de votaciones, el Congreso de Estados Unidos sigue paralizado por el rechazo de un puñado de republicanos de extrema derecha a votar por Kevin McCarthy para presidir la Cámara de Representantes.

A última hora de este jueves, tras cinco votos fallidos para McCarthy y una jornada frenética de conversaciones entre los conservadores, parecía haber indicios de un principio de acuerdo entre las facciones para empezar a romper el impasse. Se lograba de momento más unidad en la bancada que la víspera para suspender la sesión, que se reanudará este viernes al mediodía (las 18.00 horas en España), el día del segundo aniversario del asalto al Capitolio.

El proceso, públicamente humillante para McCarthy, ya ha entrado en la historia. Después de la novena votación fallida se superaban las rondas que hicieron falta para elegir 'speaker' en 1923, la última vez que no se había logrado seleccionar el cargo a la primera. Y hay que remontarse a 1859 para encontrar otra ocasión en la que hayan hecho falta tantas rondas como ahora.

Incertidumbre

El camino hacía delante sigue siendo incierto. McCarthy y sus aliados se mostraban confiados en que las concesiones que ha hecho desde el miércoles a reclamaciones de los conservadores, algunas de las cuales les han presentado por escrito, serán suficientes para mover algunos de los votos de los 20 rebeldes que hasta ahora le han impedido ser elegido. Esos movimientos, no obstante, no se habían reflejado en ninguna de las cinco votaciones del jueves.

Lo que algunos esperan que suceda es que aunque McCarthy no conseguirá los 218 votos que necesita para llegar a la presidencia, en alguna de las próximas votaciones sí podría lograr el respaldo de varios de los hasta ahora opuestos a él, lo que podría aumentar la presión sobre los rebeldes más recalcitrantes.

"Todo el grupo (republicano) va a tener que aprender a trabajar junto así que es mejor que pasemos por ese proceso ahora. No importa si lleva un poco más de tiempo porque no se trata de cómo empiezas, sino de cómo acabas, y si acabamos bien tendremos mucho éxito", decía el propio McCarthy tras la maratoniana jornada. Hablaba en unas declaraciones a los periodistas en las que se negaba a especular con un calendario para la posible resolución.

Concesiones y consecuencias

La negociaciones del miércoles y de este jueves han llevado a McCarthy a ofrecer a los congresistas de ultraderecha muchas de las reclamaciones que le habían hecho, concesiones que dejarán debilitado al 'speaker' y al liderazgo del partido en la Cámara, aunque McCarthy trate de negarlo.

Ha accedido, por ejemplo, a permitir que un solo miembro pueda iniciar el proceso para destituir al 'speaker', algo que había dicho que nunca haría y que representa una concesión de su oferta previa de permitir que iniciaran ese proceso cinco miembros (en el último Congreso solo lo podía hacer el liderazgo de un partido).

También se ha comprometido a permitir que el ala de extrema derecha elija a un tercio de los miembros del poderoso Comité de Reglas, que controla qué iniciativas legislativas se debaten en el Congreso y cómo.

Según filtraciones, McCarthy también habría aceptado permitir votos para imponer límites a los mandatos que puede servir un congresista y para buscar legislación concreta sobre inmigración que buscan los ultraconservadores.

En otra concesión trascendental, el congresista de California ha cedido y dejará que, cuando se planteen propuestas legislativas de gasto, un solo congresista pueda proponer cambios que se deberán someter a debate. Eso puede paralizar o hacer descarrilar legislación fundamental para el funcionamiento del gobierno de EEUU. Y hace que se augure una crisis inminente dentro de unos meses, cuando debe elevarse el techo de la deuda.

Oposición persistente

Aunque todas las concesiones pueden ayudar a McCarthy a ganar algunos de los votos de los 20 rebeldes, sigue enfrentando la oposición feroz de varios de los extremistas republicanos. Al menos tres (Matt Gaetz, Lauren Boebert y Bob Good) ya han asegurado públicamente que no le votarán en ningún caso, haga lo que haga y ceda lo que ceda. Y no se descarta que haya al menos dos más que mantengan esa misma posición, lo que le impediría llegar a los 218 votos requeridos si votan todos los congresistas.

Disfuncionalidad práctica

El bloqueo en la elección de 'speaker' no solo está exponiendo la crisis interna del Partido Republicano y su disfuncionalidad por el peso de su ala ultra, sino que está arriesgando el funcionamiento de la Cámara Baja, que no puede tomar juramento a sus miembros ni empezar su actividad legislativa hasta que haya presidente.

Además, hay consecuencias prácticas. Si no se logra una resolución para la semana que viene, por ejemplo, los trabajadores del Congreso no podrán cobrar porque la Cámara Baja no tendrá autoridad para procesar las nóminas cuando llegue el próximo momento de hacerlo el día 13.